El Sumario – El propio Diccionario de la Real Academia Española, incluye al “coito” entre las definiciones de la palabra “polvo”, y su uso representa un coloquialismo. Ahora bien, su origen se remonta a siglos atrás.

Entre los siglos XVIII y XIX, la clase alta de Europa había adquirido la costumbre de consumir tabaco pero no de la manera en que se hace hoy en día, en cambio, los europeos aspiraban “rapé”.

El rapé, es conocido actualmente como “polvo de tabaco”, pues consistía en hojas de tabaco molidas lo suficientemente pequeñas como para ser aspirada por las personas a través de un tubo.

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En este contexto, en la “época dorada” del rapé, era una costumbre retirarse momentáneamente de una reunión para ir a aspirar rapé, ya que causaba estornudos al momento de hacerlo, a esta excusa la llamaban: “echar un polvo”.

Así que, las clases burguesas y la aristocracia salían de sus reuniones para “echarse un polvo”, lo que era ampliamente aceptado por el resto. Sin embargo, algunos aprovecharon esta entendible excusa para realizar otro acto, el sexual.

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Era común que personas de las clases altas, tuvieran amantes a escondidas que se encontraban en la misma reunión que ellos, y ya sea por mantener el secreto al público o por el hecho de estar con su pareja, se retiraban un momento del lugar para “echar un polvo”, pero en vez de aspirar rapé, iban a tener un encuentro intimo con su amante.

De esta forma, la expresión “echar un polvo” pasó de ser una razón para aspirar tabaco, a un escape hacia un encuentro sexual. Con el tiempo, la palabra polvo se convirtió en una forma más sutil y coloquial de decir sexo.

Elaine López / @ElaineNazza1

Tomado de Culturizando

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