El Sumario – El hombre que hizo popular “¡Caracha negro!”, Simón Díaz nació un 8 de agosto de 1928 y murió un 19 de febrero de 2014 en la ciudad de Caracas. Fue uno de los ocho hijos del maestro Juan y Doña María. A lo largo de los años consagró su vida en el mundo artístico, llegando a convertirse en un gran ícono de la tonada llanera.
Oriundo de Barbacoas, Estado Aragua fue en su pueblo que aprendió de música y adoptó las tradiciones del llano, costumbres que eran reflejadas a través de sus letras, y es que a través de la música se robó el corazón de miles de venezolanos.
Conocido como el Tío Simón comenzó en el ambiente musical con la orquesta Siboney en la ciudad de San Juan de los Morros. Era el encargado de acomodar los atriles para las partituras.
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Tenía menos de 18 años cuando se le presentó la oportunidad como cantante. Se enfermó el bolerista de la orquesta y él se ofreció como suplente, desde entonces supo que su vida tomaría un rumbo diferente.
A los 20 años decidió buscar mejor suerte en Caracas, donde su hermano Joselo ya tenía un camino andado. Sin embargo, su primer trabajo fue de vendedor y cobrador. Como sentía el llamado de la música se inscribió en la escuela del maestro Vicente Emilio Sojo.
Desde entonces emprendió un camino de música, composición y canto. El título de su última composición es una petición: “Déjame que te cante Venezuela”. Popularizó la tonada y Caballo Viejo, una de las piezas más versionadas. Los entendidos aseguran que son más de trescientas sus variantes y ha sido traducida a por lo menos doce idiomas.
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Entre sus canciones más populares están: Caballo Viejo, El Becerrito, Mercedes, Mi querencia, El Alcaraván, Luna de Margarita, Aquel, Alma llanera, El Negro y el Catire, Amanecer Tuyero, entre otras.
Una tonada que nunca se apagará
En Caracas sentía querencia por su llano y en 1954 compuso Tonada del Cabrestero. Siendo la primera de una serie de tonadas.
Simón Díaz dejó más de 70 producciones discográficas, traspasando las fronteras de Venezuela, el 12 de noviembre de 2008 recibió un Grammy reservado a los artistas que han dado gran aporte a la producción musical.
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En su disco “Simonerías” el cantante criollo le cuenta al desaparecido cuatrista Sir Augusto Ramírez, que cuando recibió el Grammy él cantó La vaca Mariposa y de pronto el público se levantó aplaudiendo y llorando. Entonces a él se le aguaron los ojos y les respondió que él aplaudiría al público y al mismo tiempo aplaudiría a su canción y comenzó a interpretar la melodía usando las manos como una especie de cornetín.
A 90 años de su nacimiento, hoy recordamos y celebramos al Tío Simón. Un cantante de lama llanera que nos dejó un gran legado musical y buenas tradiciones.
Elaine López / @ElaineNazza1
Con información de Radio Rumbos
