Cuando el automovilista Ettore Chimeri le compró el 2528 a J.M. Fangio pagó $2 mil. ¡Ahora vale $5 millones!

Las relaciones entre el empresario Enzo Ferrari y el automovilista Juan Manuel Fangio comenzaron a deteriorarse luego del verano de 1956. Al ganar el título en el último Gran Premio, rompieron por siempre.

Entonces, Maserati aprovechó la oportunidad de ofrecerle al corredor una versión mejorada del 250F, la cual podía sacar 270 al motor de seis cilindros, 4 litros y doble árbol.

El primer “lightweight”, serial 2528, recibió el dorsal Nº 32 y fue confiado al gaucho en la prueba inicial, Mónaco, logrando uno de sus más célebres triunfos. Luego, el fabricante italiano de automóviles preparó un segundo carro con cambios sugeridos por Fangio, quien estrenó tres 250F en ese temporada de una decena corta de Grandes Premios.

Tras ser tripulado en Mónaco, el 2528 fue utilizado por varios pilotos y pasó a pertenecer a Fangio, como parte de su sueldo a causa de la quiebra del equipo. Este lo alquiló a diferentes corredores hasta que el motor se dañó en el Gran Premio de Francia 1959, sin que fuera rentable repararlo.

Paralelamente, el venezolano Ettore Chimeri quería llegar a carreras internacionales y ocasionalmente conoció a Fangio cuando vino a Caracas en noviembre de 1955. Cuatro años después le compró el 2528 averiado por Bs.7.000 (unos 2.000 dólares para la época), según relató don Alfredo “Dino” Turco al periodista Octavio Estrada, quien con su hermano Silvano abrió la primera rectificadora del país y recibió el encargo de repararlo.

Chimeri proyectaba debutar en la F-1 en el último Gran Premio de 1959, en Sebring, EEUU, pero el flete marítimo se retrasó y el carro llegó luego de la carrera.  Al volver a Caracas, Chimeri pidió a los Turco revisar el carro para probarlo en la base aérea de Maracay.  La próxima meta sería el Gran Premio de Argentina, primero de 1960.

Fangio estaba allí y pilotó el carro por última vez en una carrera previa, un día antes, pero inexplicablemente el 2528 perdió sus ruedas, pudiendo la maestría de Fangio evitar un choque y posibilitar que se reparase para que Chimeri debutara en F-1.

Chimeri planeaba acumular experiencia con el 2528, pero falleció un mes más tarde en una carrera en Cuba y el 250F fue recibido por los Turco en Caracas, con el encargo de la viuda de Chimeri de venderlo.  “Entonces las viejas máquinas de carrera no valían nada”, recordó Dino años después, “y lo que sacamos acaso bastó para embarcarlo a Italia”.

El 2528 estaba estructuralmente intacto cuando lo compró Chimeri y todavía se considera uno de los 250F más conservados.   Su valor ronda los 5 millones de dólares.

AG

Con información de La Guía del Motor.

fangio
En los años 70 el auto fue adquirido por una pareja británica, que lo cuida primorosamente y lo usa en carreras de clásicos.