La tabla de quesos la debes preparar e inmediatamente servirla, pues cuando se hacen con mucha anticipación los quesos se secan, sudan y mezclan sus aromas acabando con la elegancia que se quiere mostrar.
Primer paso: Cortar los quesos
- Quesos de horma rectangular: (Tybo y Mozzarella) córtalos en forma de bastones de uno o dos centímetros de espesor.
- Quesos de horma circular: (Gouda, Fontina y Fymbo) córtalos en trozos triangulares.
- Quesos de horma circular de pasta dura o semidura: (Sardo y Trebolgiano) quítales una de las tapas planas, hazles un hueco en su interior y rellénalos con vino blanco.
- Quesos de horma cilíndrica: (Provolone) Inicialmente córtalos en bastones y luego en cuadritos más pequeños (daditos).
- Quesos azules: Puedes córtalos en lonjas, pero si quieres lucirte entonces desgránalos y preséntalos en bolitas.
Segundo paso: Armar la tabla
Lucir una mesa de quesos, sin duda tiene sus secretos. Una vez que los vayas cortando te darás cuenta de que no basta con que posean un buen corte, sino que hay que ordenarlos de la manera correcta para que tengan una excelente apariencia. El secreto radica en el olor, textura y sabor. Los quesos duros y de sabor intenso debes colocarlos en el medio. También puedes dividir la tabla en partes según cada tipo de queso.
Tercer paso: Decorar y acompañar
Las hojas de albahaca son perfectas para decorar, además puedes incluir almendras, nueces y a veces tomates cherry para darle más presencia, color y sabor. Puedes incluir jamón y fiambre. Y sin duda, para degustar, no olvides servir una copa de vino.
PAB
Con información de: Cocina y Vino.