Cuando llega un nuevo integrante peludo a casa, se debe hacer énfasis en que ellos no son un capricho

El Sumario – Cuando un niño dice a sus padres que quiere una mascota, muchas veces estos se niegan porque piensan que todos los cuidados estarán en sus manos, sin embargo si se toman las medidas adecuadas, los pequeños pueden aprender más fácilmente el concepto de responsabilidad.

Esto gracias a una investigación hecha en la Universidad de Oklahoma a 643 niños en la cual evidenciaron las diferencias entre pequeños que tienen compañeros peludos y los que no. La institución concluyó que la necesidad de encargarse de alimentarlos, darles agua, bañarlos y pasearlos los hace asumir responsabilidades y mejora sus relaciones sociales.

Lo más importante que resaltaron los especialistas es que cuando se integre un peludo a casa se enseñe a los niños que no es un juguete o capricho sino un ser vivo que merece respeto y amor.

Alejandra Watts

Con información de El Heraldo.