Fibonacci
El matemático Leonardo de Pisa observó esta sucesión que se expresa como un espiral; aún es estudiada debido a que se observa en moluscos, plantas, computación, entre otros

El Sumario – Los matemáticos de todo el mundo celebran este miércoles el Día de Fibonacci, porque los primeros términos de la sucesión de Fibonacci (1,1,2,3,..) conducen al 23 de noviembre en expresión anglosajona.

Esto se debe a que es una secuencia infinita de números naturales cuyos dos primeros términos son 1 y 1 y tal que, cualquier otro término se obtiene sumando los dos inmediatamente anteriores.

De forma explícita, tendríamos que la sucesión o serie es: 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34… En geometría se expresa como espiral de Fibonacci: una aproximación de la espiral áurea generada dibujando arcos circulares conectando las esquinas opuestas de los cuadrados ajustados a los valores de la sucesión; adosando sucesivamente cuadrados de lado con los valores establecidos en la serie.

La sucesión de Fibonacci está presente en ámbitos tan dispares como el arte, la ciencia o la publicidad

La descubrió, en el siglo XIII, el matemático italiano Leonardo de Pisa, más conocido como Fibonacci. Su aprendizaje se produjo gracias a los viajes que hacía junto a su padre, que era comerciante.

El curioso origen de la sucesión está en la observación que hizo Pisa de cómo se propagan las parejas de conejos a partir de una pareja de crías. A continuación, se comprobó que numerosos fenómenos de la naturaleza están relacionados con esta sucesión, tal y como informó la Universidad de Almería.

Fibonacci
Espiral de Fibonacci

Aparece en la estructura espiral del caparazón de algunos moluscos y en la disposición de las hojas de algunas plantas. Asimismo, se aplica también a cuestiones relacionadas con computación y teoría de juegos.

Fibonacci es considerado el más importante matemático de occidente durante la Edad Media, siendo responsable de la llegada a Europa de la numeración indoarábiga, entre otras.

Curiosidad musical

En Venezuela, se conformó y evolucionó una banda de rock progresivo y experimental con el nombre de «Fibonacci», se caracterizó por interpretar sus composiciones durante presentaciones en vivo y obtuvo un significativo número de premios y distinciones.

La identificó la polémica. Entre otras causas, la banda venezolana “Fibonacci” luchó por abrir la posibilidad a todos los grupos musicales venezolanos, relevantes o destacados, de ser “teloneros” (contraparte nacional) de los artistas internacionales que se presentan en el país, sin discriminación.

Llevar entre versos lo adverso brindó a la banda de rock experimental la inspiración necesaria para perseverar y ser reconocida en la escena

Cinco jóvenes rockeros, con alma de poetas, dispuestos a aportar mensajes y reflexión al estado de las cosas, decidieron trabajar juntos por y para el bien de todos, esto por un tiempo determinado, teniendo como herramientas el canto, la palabra, saberes comunicacionales y la experimentación musical con guitarras, bajo, batería y percusión. Promediaban en aquel entonces los 23 años de edad.

Los integrantes de Fibonacci fueron Baldomero Verdú (voz, guitarras, percusión), Harry Febres (guitarras), Sergio Barreto (guitarras), José Manuel Núñez (batería) y Alejandro Rivero (bajo).

Luego del quinquenio 2010-2015 cada uno de los integrantes de Fibonacci tomó su camino personal y otros objetivos culturales; en su mayoría están radicados actualmente en el exterior, trabajando en nuevos y diferentes proyectos.

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María Gabriela Moncada

Con información de dpa, otros medios y redes sociales

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