Un estudio certifica que el miedo que le tienen las personas a las culebras y las arañas es culturalmente condicionado ya que no nacemos con el

Muchas serpientes tienen veneno mortal, por lo que es lógico que tengamos un sentimiento de miedo innato hacia ellas, pero un nuevo estudio deja en evidencia que los bebés no sienten ese miedo.

Es comúnmente conocido que los bebés sienten mucho interés en lo que respecta a animales, el cual persiste si esos animales son arañas o culebras de verdad, demostrando que la naturaleza del miedo es adquirido a lo largo de los años.

En un estudio se le mostraron a bebés de 11 meses diferentes imágenes de culebras con voces tanto alegres como que transmitan miedo, y se concluyó que los bebés prestan más atención a la imagen cuando escuchaban la voz que debía ser temerosa. Otro estudio encontró resultados similares usando caras felices o temerosas, sugiriendo que los niños pequeños asocian el miedo con las serpientes. Sin embargo, dichos estudios no son pruebas sostenibles ya que los infantes no pueden expresar lo que sienten.

Un nuevo estudio mide las respuestas fisiológicas de los bebés mientras ven vídeos de serpientes y elefantes, ambos mostrados con voces felices o temerosas para luego ver su reacción a cada uno. Se basaron en los las reacciones que tenemos las personas cuando tenemos miedo, como por ejemplo, cuando vemos una película de terror y saltamos por el miedo que nos provocó una escena.

Vanessa Lobue, coautora de la investigación, establece que estas reacciones no fueron mayores en las culebras, ni si quiera cuando estas tenían voces temerosas, es más, las reacciones fueron menores y la respuesta de su corazón al ver la imagen también fue menor, por lo que se demuestra que los bebés no tenían miedo.

Para LoBue el miedo que le tenemos a estos reptiles es culturalmente condicionado, ya que al saber que es algo que puede ocasionar daño, lo convertimos en un animal que da miedo.

BB

Con información de BBC News.

Fotografía Gettyimages.