En Singapur, niño de alrededor de diez años ya manejan drones y tienen conocimientos de programación

El Sumario – En la educación de Singapur la programación juega un papel preponderante. Los niños entran en las escuelas preescolares a desarrollar el «computational thinking«. A los seis, cuando llegan a los colegios de primaria están listos para comenzar con Scratch, una plataforma desarrollada por el MIT (Instituto Tecnológico de Massachussets) para aprender a programar. Primero, la versión Junior, y luego, a los diez, la versión adulta. En ese sentido, el colegio de primaria Fuhua Primary School parece más bien una novedosa universidad: drones volando, pianos tecnológicos en el suelo y circuitos con 40 mouses de computadora que se mueven solos. Todo esto es controlado por niños de entre 10 y 12 años.

Esta escuela, situada en una zona residencial al oeste de Singapur, es un colegio normal. Ni siquiera le hace destacar el deslucido título de Smart School que tiene colocado en la puerta. No necesita grandes fuegos artificiales fuera para demostrar algo que se ve nada más al entrar. Hay tres mil niños en este edificio: todos usan tabletas, todos programan, todos se han cansado de ver robots, impresoras 3D, drones. Esta formación es parte del programa Code@SG, desarrollado por el Gobierno de Singapur, que llega a 110 mil alumnos de entre seis y 12 años.

Sin recursos naturales, este país de cinco millones de habitantes, que ocupa poco más de 700 kilómetros cuadrados, tiene muy claro cuál es su materia prima: su gente, el talento de sus habitantes. En su proyecto de convertirse en el primer país inteligente del mundo, en el que la tecnología sea el principio y el fin, la educación adquiere un papel esencial. Alguien va a tener que dirigir, que desarrollar esta revolución digital; alguien tiene que heredar el legado tecnológico que está iniciándose. Necesitan jóvenes que sepan programar drones, videojuegos, circuitos, aplicaciones, robots, etc.

«Es la diferencia entre un país que consume tecnología y un país que crea tecnología«, explican fuentes del Gobierno. La tecnología tiene un valor tan vital, tan estratégico para Singapur –una ciudad-Estado rodeada de países que lo multiplican decenas de veces en tamaño– que el Gobierno se lo está inculcando ya a las nuevas generaciones.

Samuel Bello

Con información de El País.