La hembra de estos escarabajos emite una feromona antilibido que lo mantiene a raya

Que los machos quieran copular no es ninguna novedad en el reino animal. De hecho, pueden resultar atosigantes en ocasiones. Para protegerse de ese acoso, la hembra del escarabajo carroñero Nicrophorus vespilloides desarrolló un remedio contundente: emite una feromona antilibido que le quita las ganas de apararse al macho. Sin duda, un recurso más potente que el clásico “dolor de cabeza” de las mujeres.

Pese a ser un escarabajo carroñero, o necróforo (transportador de muertos, literalmente), Nicrophorus vespilloides llamó la atención de los entomólogos por ser una de las raras especies que exhiben cuidado biparental de los hijos: el macho ayuda a la hembra a alimentar a la progenie.

Sandra Steiger y sus colegas de la Universidad de Ulm (la ciudad alemana en que nació Einstein) recolectaron unos 400 especímenes de Nicrophorus vespilloides y analizaron sus pautas de apareamiento, sus perfiles hormonales y su producción de huevos.

Observaron luego que las hembras tienen una fase infértil mientras sus crías necesitan cuidado, inducida por la denominada hormona juvenil III; y que otra hormona muy similar, el metil geranato, informa al padre de las criaturas de que durante ese periodo todo intento de copular será fútil. El metil geranato se comporta como una verdadera feromona antiafrodisiaca. A este macho le toca ayudar a criar a los hijos y pensar menos en sexo.

Samuel Bello

Con información de El País.