El Sumario – Bo y Sunny, son dos perros de agua portugueses que a simple vista parecen comunes y corrientes sin embargo, al ser las mascotas de la familia presidencial hacen mucho más que pasear, comer y dormir.
Ambos son los embajadores caninos para la Casa Blanca, su popularidad y demanda hace que tengan horarios y agenda de eventos. «Todo el mundo quiere verlos y tomarles fotos», comentó la primera dama Michelle Obama. «Recibí un memorándum a principios de mes con una petición de sus horarios y tengo que aprobar sus presentaciones».
Los perros participan en todo tipo de ceremonias, como la anual del búsqueda del huevo de Pascua, ceremonias de agradecimiento a militares heridos y visitas a niños hospitalizados antes de Navidad.
Bo de siete años, se unió a la familia Obama en abril de 2009. Fue un regalo del fallecido senador Edward M. Kennedy, Éste ayudó para que Obama mantuviera una promesa que le hizo a sus hijas Malia y Sasha de que ellas podrían tener un perro después de la elección. Sunny, de casi cuatro años, llegó en agosto de 2013.
A Bo le gusta acompañar a Dale Haney, el jardinero en jefe de la Casa Blanca. «Sale cada mañana y va a acompañar a Dale, está con todos los trabajadores del Servicio Nacional de Parques. Allí lo verán, caminando con ellos y mirando las plantas», dijo la primera dama. «Creo que él cree que tiene un trabajo porque se lo toma muy en serio. Así que si salgo y lo veo, él parece ignorarme cuando está con sus compañeros de trabajo».
Alejandra Watts
Con información de agencias.