Amy Purdy dice ser una “fembot” o mujer robot. A los 19 años contrajo meningitis bacteriana que en dos meses y medio le dio la vuelta a lo que ella había soñado para su vida. Su cuerpo entró en shock séptico y perdió el bazo, sus dos piernas y los riñones. Los viajes alrededor del mundo y su pasión por el snowboarding estaban en el pasado, ahora debía aprender a enfrentarse a una vida más dura.
Luego de meses de autocompadecerse, decidió que su discapacidad sería la excusa perfecta para forjar la vida que tanto anhelaba. Retomó sus visitas a la montaña para deslizarse cuesta abajo sobre una tabla y descubrió que sus nuevos pies no le servirían de mucho: sus piernas se zafaron y se escabulleron hacia el pie de la montaña, mientras el resto de su cuerpo seguía en la cima.
“Fue muy vergonzoso”, recuerda Purdy, quien es ahora la ganadora de bronce en los juegos paraolímpicos del 2014.
Su creatividad y visión positiva la llevaron a unir fuerzas con su fabricante de prótesis, para diseñar las extremidades que la llevaron a ser una de las mejores atletas paraolímpicas del mundo. En su larga lista de logros cuenta con una aparición en “The Amazing Race”, una charla en TED Talk, un show de moda con Nikki Sixx, una conferencia en PopTech, apareció en “Dancing With The Stars” y es la fundadora de la organización sin ánimo de lucro Adaptive Action Sports. Tan solo tiene 36 años.
“Mis piernas no me han discapacitado, en tal caso me han capacitado”, dijo durante una de sus charlas.
Piensa que cada quien debe divertirse sin importar la situación en la que se encuentre. “Los robots han sido considerados como algo cool. No puedo evitar verme en parte como robot. Lo niños de mi cuadra me llamaban robot y yo pensaba que es algo asombroso”, confesó.
Para ella sus piernas son como un accesorio y, aunque le costó aceptarlas al principio, no dejaba de pensar que en realidad tenerlas era algo bueno y divertido. Después de todo, seguía haciendo las mismas cosas que antes pero con unas piernas de metal.
Al ser masajista estaba muy conectada con su cuerpo y comprendió que si aceptaba sus extremidades prostéticas mentalmente, podría aceptarlas físicamente. “Empecé a hacer yoga y pilates de inmediato para conectarme con mis piernas. Yo no quería que fuesen una carga, quería que fueran mis piernas. No quería pensar todos los días: tengo que ponerme en mis piernas cada mañana. Así lo sentía al principio”, explicó.
Pero Purdy no es la única “fembot” que ha causado furor en el mundo. Viktoria Modesta es una compositora, cantante y modelo letoniana que en 2007, cuando tenía 20 años, se sometió a una amputación voluntaria por debajo de la rodilla de su pierna izquierda para mejorar su salud y movilidad.
En el momento de su nacimiento un médico cometió una negligencia que la confinó a hospitales por gran parte de su infancia y que la obligó a pasar por 15 cirugías.
“Por mucho tiempo, la cultura pop me cerró las puertas como una artista amputada y alternativa. Creo que a la gente siempre le ha costado saber qué pensar o sentir sobre un amputado que no trata de ser un atleta olímpico. En el deporte, sobrepasar la minusvalía te hace un héroe, pero en el pop no hay lugar a estos sentimientos”, asegura Modesta.
A los 12 años escapó de casa y se fue a Londres, donde se mezcló con el mundo artístico subterráneo. Desde esa temprana edad, se forjó un camino en el mundo de la música, el arte conceptual y la moda. Ahora, su objetivo es establecer nuevos ideales con respecto a la sexualidad y discapacidad, al explorar al límite las capacidades de su cuerpo.
Para lograrlo, ha musicalizado importantes eventos como Lovebox, Harpers Bazzar (en Brasil), InStyle (en Rusia) y la Semana de la Moda en Milán. Además, ha colaborado con artistas como Ellen Von Unwerth, Bettina Rheims y Vivienne Westwood.
Su estilo y trabajo con diseñadores prostéticos en The Alternative Limb Proyect le valieron una fuerte presencia en la prensa del Reino Unido con artículos en iD, Wonderland, Grazia UK (e Italia), LOOK, Notion, The Times, Music Week, PRS Magazine y Bizarre Magazine (cuatro portadas).
El momento cumbre de su carrera y exploración personal lo alcanzó en la ceremonia de cierre de los Juegos Paralímpicos, en la que interpretó a una Reina del Hielo que usaba una pierna prostética de Swarovski.
El ejemplo de superación personal de ambas mujeres es impresionante. Demuestran que con un poquito de paciencia y dedicación todos pueden lograr lo que se proponen.
Amanda Gómez
