Las enfermeras cumplen un rol importante dentro de nuestra sociedad. Su trabajo es vital en un centro hospitalario, tan clave en ocasiones como el desempeño de los médicos. Pero muchas veces no son valoradas adecuadamente.
La enfermería es una carrera universitaria más corta que la de medicina, quienes la cursan y desempeñan son profesionales formados académicamente en las mismas escuelas de las que egresan lo médicos, es decir, quizás una enfermera o enfermero no tengan los mismos conocimientos que un galeno, pero son profesionales integrales, capaces de diagnosticar y solucionar cualquier patología que inicialmente presente un paciente.
Se llega al caso de que ciertos enfermos aseguran sentirse mejor atendidos por las enfermeras que por los propios médicos especialistas, la razón es que las damas de blanco, aunque también existen enfermeros, tienden a desarrollar una especie de instinto paternal y de cuidado, que brinda una atención especial.
“Cada abuelito, niño o joven que entra a esa sala de espera con mucho dolor, a mí me angustia, porque en cada uno de ellos, como persona vemos a nuestros familiares, así se les brinda la debida atención y apoyo a cada uno de ellos. Solo las personas que tenemos un familiar quebrantado de salud sabemos cómo nos gusta ser tratados o que se les trate en las clínicas u hospitales”, expresó la Lic. María Arias, enfermera desde hace 30 años del hospital Luís Salazar Domínguez en Guarenas, Edo Miranda.
Dentro de las instalaciones del IVSS hay cantidad de historias:unas buenas y otras no tanto, donde se ven involucradas las enfermeras, esas guerreras que muchas veces arriesgan su vida por salvar la de alguien más.
Josefina Corredor, igualmente enfermera, nos cuenta que en una oportunidad mientras cumplía tratamiento a las 2:00pm en el área de hospitalización y cirugía, sintió un ruido extraño proveniente del techo de la sala de hombres; al percatarse de lo que estaba sucediendo vio salir una mano con una pistola desde el cielo raso y acto seguido tiroteó al paciente que ella estaba atendiendo. “Es muy común ver pasar la película de la vida frente a nuestros ojos, en ese momento un ajuste de cuentas casi deja a mi hogar sin una madre”.
Historias como ésta son más frecuentes de loque pensamos, y no solo en centros públicos, en las clínicas privadas pese a que cuentan con seguridad, la vida de sus trabajadores de vez en cuando se ve vulnerada. La Lic. María León, jefa de enfermeras del centro privado San Martín de Porres en Guatire, aseguró que ejercer esta profesión en estos tiempos, con escasos insumos y agresividad excesiva en las calles no esfácil.“En una oportunidad pistoleros entraron hasta el área de emergencia y secuestraron a parte del personal, todo para obligarlos a salvarle la vida a un delincuente herido por la policía municipal”, comentó León.
“Somos el puente entre el adolorido y el especialista, somos madres cuidando a miles de hijos en la calle, somos mujeres y hombres con vocación, entregados ciegamente a lo que hacemos, somos sanadores de heridas y elevadores de espíritu cuando lidiamos con ánimos caídos por alguna patología terminal, somos enfermeras y no cambiaría nunca mi profesión por otra, ni que volviera a nacer”, nos dijo orgullosa María Arias entre lagrimas de emoción.
Ángeles vestidos de blanco recorren todos los hospitales del mundo, historias como las de estas mujeres entrevistadas se repiten y se multiplican en todos lados. La próxima vez que coincidas con un profesional de la enfermería regálale tu mejor sonrisa, ese simple gesto no está para nada demás a quien realiza su trabajo con amor, indispensable para que podamos funcionar como sociedad.
Jesús Vallejo Caro
Nota de la redacción: Con este primer trabajo, damos inicio al reconocimiento que a lo largo del tiempo ElSumario.com irá ofreciendo a todas las profesiones y oficios fundamentales.
