Benjamín Kalb es el fundador de Koneko, el segundo café para gatos de Nueva York. El primer negocio de este tipo en la ciudad fue Meow Parlour, que ha logrado que más de 50 gatitos consigan un hogar desde diciembre de 2014.
Y aunque esta idea surgió en la década de los 90 en Japón y Taiwán, se ha ido popularizando en Estados Unidos. Desde la primera semana de noviembre, Koneko se unió a los cafés del mundo cuyo objetivo es unir a los gatos con las personas, creando un momento agradable en donde haya algo más que compartir.
La filosofía de Koneko es simple: consumir algo de la tienda, observar a los gatos, interactuar y jugar con ellos. Claro, si tienes gato, puedes llevarlo, pero para quien no tiene una mascota es una excelente oportunidad para compartir con los mininos e incluso llevarse uno a casa bajo la modalidad de adopción.
Koneko cuenta con guías que cuidan a los gatos y ayudan a que las personas se familiaricen con ellos. La novedad nace en la posibilidad que tienen muchos felinos abandonados de ser adoptados, incluso por un día o una hora. Esta idea se está utilizando en muchas partes del mundo, en donde los clientes pagan una tarifa por algunas horas y lo que consuman en el bar. Es una gran manera de disfrutar de un café, saborear excelente comida y, por supuesto, jugar con una animal maravilloso.
Además, Koneko cuenta con veterinarios en el café que constantemente supervisan que los felinos se encuentren en buen estado. La idea principal es promover la protección y la tenencia responsable. Y la comida se prepara en zonas aisladas de los gatos para cumplir con todas las reglas sanitarias.
EC
Con información de agencias.
Fotografía Gettyimages.
