Descripción perfecta del campesino venezolano, ideal para la realizar chinchorros, manteles, cojines, y demás productos artesanales

La curagua es una planta propia del municipio Aguasay del estado Monagas, de su cultivo y procesamiento se obtienen fibras para producir el conocido tejido artesanal de Curagua, el cual podrá ser elegible como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco desde el próximo 30 de noviembre hasta el 6 de diciembre.

Este tejido describe perfectamente la tradición del campesino venezolano y es ideal para la realización de chinchorros, manteles, cojines y demás productos artesanales. Eduardo Maurera, cronista de Aguasay habla de la confección con este material como una tradición milenaria en la que “los hombres se encargan de extraer y procesar la planta, mientras que las mujeres tienen la responsabilidad de tejer y maniobrar la fibra”.

Este miércoles se realizó en Caracas el conversatorio «La Curagua y su relevancia como patrimonio cultural inmaterial de Venezuela y el mundo», donde se explicó que se trata de un producto tradicional del país que requiere una serie de tratamientos, técnicas e instrumentos que merecen ser difundidos para que no desaparezcan ante la transculturización que enfrenta Latinoamérica.

El proceso de candidatura ante la Unesco inició en 2013 con la justificación de la petición, la cual destaca el significado social e importancia cultural de la planta característica de los campos de Aguasay, de las tierras venezolanas.

El tejido artesanal de Curagua podría convertirse en el cuarto patrimonio cultural de la humanidad logrado por Venezuela, uniéndose a los Diablos Danzantes de Corpus Christi (2012), la Parranda de San Pedro de Guarenas y Guatire (2013) y la tradición oral del pueblo de Mapoyo y sus referentes históricos en el territorio ancestral (2014).

YR

Con información de AVN.