La superestrella boricua derrochó sensualidad sobre el escenario de la Quinta Vergara, reseñaron los medios

El SumarioRicky Martin fue al grano en su sexta actuación en el escenario de Viña del Mar: llegó, cantó y bailó hasta el éxtasis sus 20 mayores éxitos y destiló sensualidad hasta poner al «monstruo» a sus pies… una vez más, reseñaron las agencias de noticias.

Esta noche, la primera de la 61 edición del festival de la ciudad chilena, no fue fácil: desde horas antes, fuera del recinto de la Quinta Vergara -sede del evento- multitud de personas se manifestaba, en enfrentamientos con la Policía, para exigir la cancelación del certamen en medio de la «crisis política y social que vive Chile». Pero el nativo de Puerto Rico no tuvo retardo en su presentación y también protestó.

Ricky Martin cantó, bailó y protestó

La fuerza de Ricky pasó y convenció. Bronceado, enérgico, sonriente y con chaqueta de cuero de manga corta, sobre un conjunto de camiseta y pantalón de brillantina, el puertorriqueño apareció en el escenario y fue desgranando, uno por uno, sus mayores hits, la mayoría en castellano.

 

Cubierto con una bandera de Chile

En el primer intermedio del concierto, los presentadores del festival, María Luisa Godoy y Martín Cáramo, le entregaron la Gaviota de Plata tras recordar los muchos años que Ricky cantó en Viña. La primera en 1993 y la última en 2014.

El boricua dedicó el reconocimiento a sus cuatro hijos.

Con «La copa de la vida», ya con el torso desnudo y solo cubierto con un chaleco, y «Vente pa’ca», el puertorriqueño puso punto y final al concierto. Como no podía ser de otra forma, cubierto con una bandera de Chile, país al que volverá a cantar en noviembre.

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Gerardo Contreras

Con información de agencias y redes sociales