La barroca Fontana de Trevi, una de las principales atracciones turísticas de Roma, en Italia, y escenario del clásico «La Dolce Vita«, fue reabierta oficialmente este viernes tras someterse a una renovación que se prolongó por 17 meses.
Limpiar esta fuente del siglo XVIII, labrada en mármol y travertino, ha costado más de dos millones de euros (2,2 millones de dólares) que se financiaron de forma privada.
Diseñada por Nicola Salvi tras un proyecto inconcluso de Gian Lorenzo Bernini, en ella aparece el dios Neptuno rodeado de tritones y domando hipocampos.
La fuente, inaugurada en 1762, vivió su momento de gloria 200 años después, gracias a una escena filmada por Fellini en «La Dolce Vita» en la que Annita Erkberg se da su famoso baño junto a Marcello Mastroianni.
«Roma fue erigida del agua», dijo el director de cultura de la ciudad, Claudio Parisi Presicce, quien hizo referencia a los hermanos gemelos Rómulo y Remo, que según la leyenda fueron los fundadores de la ciudad en el año 753 a.c.
En la antigüedad también había una fuente en el mismo lugar y en el siglo XVIII el papa Clemente XII encargó la construcción de la actual.
Según la leyenda, el visitante que lance una moneda a la fuente tiene garantizado su regreso a la Ciudad Eterna. Para que la tradición no se perdiera durante los meses en que estuvo entre andamios, se colocó una especie de puente al que podían acceder los turistas.
Las obras, que incluyen una iluminación nueva, fueron financiadas por la firma de moda Fendi, que también corrió a cargo de la renovación de las Quattro Fontane. Está previsto que la firma pague también la restauración de otras tres fuentes, incluida la icónica Fontanone dell’Acqua Paola.
Los trabajos de renovación comenzaron en junio de 2014 y finalizaron después de 516 días, «antes de lo previsto», según anunció Presicce.
KYL
Con información de dpa.
Fotografía REUTERS/Alessandro Bianchi.
