El Sumario – Para muchos supersticiosos el viernes 13 es un día que puede traer desgracias o una fecha relacionada con la mala suerte, una creencia dominante en la cultura occidental. Hay quienes lo relacionan a una mala racha como cruzarse con un gato negro, pasar debajo de una escalera, pisar una grieta en la calle o romper un espejo.
Incluso hay un nombre para describir el miedo irracional al viernes 13 y se conoce como la parascevedecatriafobia, una forma especializada de triscaidecafobia, miedo al número 13.
Como muchas supersticiones que evolucionaron con el paso del tiempo y entre culturas, es difícil precisar los orígenes del viernes 13. Sin embargo, lo que sí se sabe es que tanto el viernes como el número 13 fueron considerados desafortunados en ciertas culturas a lo largo de la historia.
En su libro “Orígenes extraordinarios de cosas cotidianas”, Charles Panati intenta explicar que la superstición se extendió por toda Europa, y se estableció a lo largo del Mediterráneo al comienzo de la era cristiana. Fue aquí donde el poder inquietante de los números se consolidó a través de la historia de la Última Cena, a la que asistieron Jesucristo y sus discípulos el Jueves Santo. El invitado número 13 en llegar, Judas Iscariote, fue el discípulo que traicionó a Jesús, lo que llevó a su crucifixión el Viernes Santo.
En la tradición bíblica, el concepto de viernes de mala suerte se remonta incluso antes de la crucifixión, pues se dice que el viernes es el día en que Adán y Eva comieron el fruto prohibido del árbol del conocimiento; el día que Caín asesinó a su hermano Abel; el día en que se derribó el templo de Salomón; y el día en que el arca de Noé zarpó en el Gran Diluvio.
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Rubén Vásquez
Con información de medios internacionales y redes sociales