La Keratina es una proteína rica en azufre, elemento que constituye la parte fundamental de las capas externas de la epidermis, las uñas y el cabello. El tratamiento consiste en colocar dosis de keratina de origen vegetal o animal, para reestructurar y aportar la consistencia que el cabello ha perdido en su estructura a razón de las rutinas de belleza.
El tratamiento de Keratina se ha popularizado por controlar el frizz en el cabello y vender la ilusión de un alisado perfecto, a diferencia del alisado los tratamientos con Keratina no cambian la estructura del cabello, sencillamente añaden en mayor medida una sustancia que está presente en él y que con los excesivos calores o productos químicos se ve afectada.
Existe incluso una presentación sin formol que funciona para eliminar el frizz y relajar los rizos, más no para pasar de un cabello totalmente encrespado a un liso natural. Se trata de un producto ideal para promover la restructuración del cabello, razón por la cual es falso el mito de que perdemos volumen cuando lo aplicamos, por el contrario lo fortalecemos.
El tratamiento de Keratina es un proceso recurrente, es decir, debe repetirse dos o tres veces al año para mantener el efecto, recuerda que solo dura unos cuatro o cinco meses.
Si quieres un cambio de look o solo deseas librarte del antiestético frizz puedes acudir a la keratina, pero hazlo con un experto que realice un diagnóstico previo del tipo de tu cabello ya que así lograrás obtener lo que buscas sin llevarte decepciones.
YR
Con información de Mujer de Hoy.
Fotografía de Gettyimages.
