El SumarioBetsy Davis era una artista estadounidense cuya última voluntad fue organizar una fiesta para celebrar que se despedía voluntariamente de este mundo. De esta forma, se convirtió en una de las primeras personas en practicar legalmente la eutanasia en el estado de California, luego de que surgiera una nueva ley estadal.

«Estas circunstancias son diferentes a las de cualquier fiesta que hayan tenido antes, pues requieren fortaleza emocional, y ser abiertos y centrados», escribió Davis en la invitación a la reunión. El único requisito para poder asistir era no llorar frente a ella.

La pintora y artista de performance sufría de esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad que por más de dos años le fue quitando el control sobre su cuerpo. En sus últimos días de vida, no podía moverse y su habla era ininteligible.

Davis planificó toda la reunión, incluida la hora en la que entraría en coma, y compartió el itinerario con las 30 personas que asistieron ese día. En la velada hubo música, cocteles, pizza del restaurante local favorito de Davis y una proyección de su película favorita, «La danza de la realidad», una cinta autobiográfica del chileno Alejandro Jodorowski.

«Lo que hizo Betsy le dio la muerte más bella que cualquier persona podría desear«, dijo Nierls Alpert, un fotógrafo neoyorquino invitado a la fiesta.

Una vez que terminó la reunión, la artista fue llevada a una colina cerca de su hogar donde tomó la combinación de fármacos prescrita por su médico. Davis fue una de las primeras personas en quitarse la vida luego de que California legalizara la eutanasia para personas con enfermedades terminales.

«Al tomar las riendas, convirtió su partida en una obra de arte», declaró Alpert.

Miguel Rivero

Con información de MSN.

Fotografías: Nierls Alpert