El Sumario – Un nuevo estudio desarrollado por la Universidad de Surrey, en el Reino Unido y publicado en la revista científica Frontiers in Nutrition, aborda los beneficios que el chocolate tiene para la salud y asegura que el cacao baja la presión arterial, pero solo en el caso de estár alta.
Dicho estudio es el primero que se realiza con consumidores en la vida cotidiana, por lo que los científicos lograron descubrir que el cacao contribuye a reducir la rigidez de las arterias, aunque no es la primera vez que se relacionan estos beneficios a este alimento.
Anteriormente, se había identificado a los flavanoles, unos compuestos antioxidantes del cacao y otros vegetales, como los responsables de la reducción de la presión y la rigidez arterial. En el estudio se compara el efecto de los flavanoles con el de algunos medicamentos.
Sin embargo, se desconoce la eficacia de los flavanoles en la vida cotidiana para reducir la presión arterial, debido a que los estudios anteriores en este campo se han realizado en entornos experimentales muy controlados.
Hallazgos de la investigación sobre el chocolate
El equipo de investigadores descubrió que el cacao reducía la tensión arterial sólo cuando estaba en niveles altos. Esto reduce la preocupación de que el cacao como tratamiento para la presión arterial elevada pueda suponer riesgos para la salud.
“La presión arterial alta y la rigidez arterial aumentan el riesgo de que una persona sufra enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, por lo que es fundamental que investiguemos formas innovadoras de tratar estas afecciones”, explica Christian Heiss, catedrático de Medicina Cardiovascular de la Universidad de Surrey.
El experto sostiene que: “Antes de plantearnos siquiera la introducción del cacao en las prácticas clínicas, tenemos que comprobar si los resultados comunicados previamente en los entornos de laboratorio se trasladan con seguridad a los entornos del mundo real, con personas que hacen su vida cotidiana”, añade.
Los participantes recibieron un tensiómetro para la parte superior del brazo y una pinza para medir la velocidad de la onda del pulso (VOP), que mide los niveles de rigidez arterial.
Las mediciones de la presión arterial y la VOP se realizaron antes de consumir las cápsulas y cada 30 minutos después de la ingesta durante las tres primeras horas, y luego cada hora durante las nueve horas restantes.
Finalmente, los investigadores descubrieron que la presión arterial y la rigidez arterial solo disminuían en los participantes si era alta, y no había ningún efecto cuando la presión arterial era baja por la mañana.
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Rubén Vásquez
Con información de agencias de noticias y medios internacionales especializados
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