El Sumario – Un equipo de paleontólogos de Venezuela, Estados Unidos y Brasil, recuperaron restos parciales de un ave pseudodentada, una tortuga marina y un perezoso jamás descrito, de aproximadamente 18 millones de años de edad, los huesos hallados en la superficie terrestre, estaban escondidos en lo que hoy se denomina Cerro La Cruz, ubicado en la Formación Castillo del estado Lara.

Según el investigador del Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), Ascanio Rincón, este hallazgo coloca a Venezuela en una posición aventajada con respecto a la diversidad paleontológica de la región. “El norte de Sudamérica, es decir, el territorio que posteriormente se convertiría en Venezuela, también representa un hito importante en la evolución de la fauna y flora de América del Sur”, afirmó.

Como Baraguatherium takumara fue identificado el nuevo género y especie del perezoso más antiguo del norte de Sudamérica. El nombre significa “la bestia perezosa de la Baragua”, en honor al lugar donde estaba el animal y a la etnia indígena Ayamán, en cuya lengua el término takumara alude al perezoso.

B. takumara pertenece a la superfamilia Mylontoidea. «Con esto estamos diciendo que los orígenes, evolución y adaptación de los perezosos mylontoidea quizás debamos buscarlos en el norte de Sudamérica y no en el sur como se había pensado», precisó el investigador Ascanio Rincón.

Tortuga matamata y ave marina

En el mismo lugar donde reposaban los restos del perezoso, los paleontólogos encontraron piezas óseas de las costillas, cintura pélvica y parte posterior del caparazón de una tortuga acuática, la más vieja del grupo matamata reportada hasta la fecha. El espécimen fue identificado como Chelus colombianus.

El último fósil hallado en el Cerro La Cruz de la Formación Castillo pertenece a la familia Pelagornithidae, grupo de aves marinas extintas emparentadas con los pelícanos del presente y caracterizadas por la gran envergadura de sus alas, lo que les facilitaba volar grandes distancias a través del océano.

Datos recientes señalan que la Formación Castillo se asentó principalmente sobre ambientes marinos y cercanos a la costa, en los cuales hubo episodios continentales alternados de agua dulce y salada. “En el mismo estrato de los fósiles recogimos muchas hojas anchas, típicas de los bosques tropicales, así como peces de río y cocodrilos, lo que nos muestra que no era un ambiente marino, al menos ese estrato”, aseguró Rincón.

Eloìsa Oramas

Con información de Radio Nacional de Venezuela.