Estos productos suelen ser muy originales y mantienen despierto el recuerdo de las vacaciones
Estos productos suelen ser muy originales y mantienen despierto el recuerdo de las vacaciones

La playa es para muchos el destino preferido de las vacaciones, ya que pocos son los paisajes que despiertan tanto anhelo como el mar, que calma y recupera, pero tener muebles en tu hogar que aviven la sensación de estar en ese lugar sería muy confortable.

Por esa razón, algunos diseñadores de muebles eligieron buscar su inspiración en el mar. Muchos de estos productos suelen ser muy originales y mantienen despierto el recuerdo de las vacaciones. Algunos ejemplos son:

Los alemanes Hannes Zibold y Micha Remy, de Colonia, se inspiraron en las olas y el surf. «A los dos nos gusta surfear», dice Zibold. «Juntos desarrollamos la idea de trasladar la forma de las tablas de surf a los muebles». El dúo de diseñadores, llamado Neunoy, desarrolló primero pequeñas mesas ratonas fabricadas de forma similar a las tablas de surf, a las que llamó «homeboards».

La forma de los muebles también está inspirada en el diseño de líneas rectas de las tablas de surf de los años 60. La idea tuvo tan buena recepción que les empezaron a pedir mesas más grandes. Para hacerlas más fuertes y protegerlas, los diseñadores les añadieron a las delicadas placas de fibra de vidrio un borde de madera maciza.

Sin embargo, Zibold y Remy no son los únicos que inspiraron sus mesas en el surf. El dúo de diseñadores estadounidenses Charles & Ray Eames creó un ícono del diseño moderno, la «elliptical table», a la que los amantes del diseño la llaman simplemente «surfboard table». Los diseñadores no tuvieron que buscar su inspiración muy lejos: los dos viven en California, uno de los destinos preferidos de los surfistas.

El asiento de la silla del proyecto Terroir, de los diseñadores Jonas Edvard y Nikolai Steenfatt, también adopta la forma del cuerpo. Para los dos daneses, el mar no es sólo una inspiración, sino una fuente de materias primas. Fabrican los asientos de sus sillas y las pantallas de sus lámparas con algas marinas que recolectan en las playas del Mar Báltico.

«Las algas marinas son una materia prima interminable, las hay en todo el mundo», afirma Edvard. «Contienen muchos minerales y vitaminas. Se las puede comer o usar como fertilizante». Los dos daneses las secan, las muelen y les añaden papel viejo. De esta forma, obtienen un compuesto biológico para fabricar sus muebles.

El empleo de recursos naturales del mar es una idea de diseño sostenible. Para los diseñadores, también fue muy importante su vivencia en el mar: «Recolectar el material en la playa y en el agua fue una experiencia muy distinta a ir a un negocio y comprar algo», cuenta Edvard. «Tuvo algo de meditación».

DS

Con información de dpa.

Fotografías dpa.