La enfermedad está estrechamente asociada a la anatomía de la mujer y es más frecuente durante las modificaciones hormonales del embarazo y la menopausia

Puesto que las vías genitales y el ano están cerca de la uretra femenina -el pequeño conducto de tres a cuatro centímetros que permite vaciar la vejiga- se puede dar la contaminación por los gérmenes intestinales y vaginales, desembocando en una cistitis.

Algunas cistitis también dependen de tu vía sexual y hormonal, y es muy posible que tu primera cistitis aparezca luego del primer encuentro sexual: se trata de la clásica “cistitis de la luna de miel”.

¿Cómo curar una cistitis?

En cuanto aparezcan los primeros ardores urinarios y las imperiosas ganas de orinar, hay que consultarlo con el médico lo antes posible. Una infección urinaria no tratada puede degenerar en una infección renal grave, ¡ten cuidado!

Además del paracetamol u otros medicamentos contra el dolor, no ingieras ningún otro medicamento por iniciativa propia ya que podría enmascarar los gérmenes responsables de la infección. En función de los síntomas, el médico podrá realizar el test de la banda urinaria o un examen citobacteriológico de la orina (ECBO), para luego recetar el antibiótico adecuado. También deberás beber abundante agua y orinar regularmente durante el día.

Para evitar una recaída debes:

  • Beber abundante agua, al menos un litro al día.
  • Orinar después de tener relaciones sexuales.
  • Lavar tus zonas íntimas cada día, máximo dos veces al día para no destruir la flora natural.
  • Después de cualquier micción, sécate de delante hacia atrás.
  • Evita alimentos y bebidas que se sospecha favorecen las crisis, tales como especias, vinos y alcohol, especialmente la cerveza.

Amanda Gómez

Con información de Yahoo.