Asier Cazalis, Miguel «Enano» González, Pavel «Ruso» Tello y Darío Adames, integrantes de Caramelos de Cianuro, querían que el videoclip de Secreto, primer sencillo promocional de su nuevo disco Ocho, tuviera una temática espacial que recogiera la ilusión futurista del sonido de los sintetizadores; ilusión que incluso transporta a los escuchas a las películas de ciencia ficción de la década de los ochenta.

La octava producción de la banda venezolana es, en efecto, un guiño a la nostalgia de los sonidos ochenteros y, a la vez, una muestra de que Caramelos, que tiene ya 25 años de carrera, se arriesga por nuevos estilos.

La identidad de Ocho es cambiante. No es un disco electrónico, tampoco lleva el sello del rock que caracterizó los orígenes de la agrupación, e incluye un tema «jazzozo» entre las diez canciones del álbum. Además, las letras sobre sexo, vida salvaje y amores extremos reducen su protagonismo.

«A pesar de que se nos conoce como una banda de rock nos gusta otro tipo de música», dice el cantante, quien junto a Tello (bajo eléctrico) se lanzó a un régimen de aprendizaje para este álbum: «Estuvimos estudiando, comprando sintetizadores, metiéndonos en clases de piano. Estudiamos dos años con Gerry Weil (pianista y compositor austriaco-venezolano), quien hizo que se nos abrieran posibilidades a nivel de los armónicos y de sonoridades (…), buscando otros colores, otros códigos de comunicación con la gente. Esa búsqueda es el deber de todo artista».

Tello reafirma que la musicalidad de Ocho domina cada canción, quedando la letra en segundo plano. Sin embargo, Cazalis rescata en este sentido que tuvo «una lucha interna como compositor» al dejar espacio para nuevas inquietudes. «Nunca hemos sido una banda de protesta y no lo somos ahora, pero uno tampoco se puede negar a lo que le sucede como ser humano, las cosas buenas y las cosas malas. Adiós a las armas, tomando la frase de Ernest Hemingway, es un tema pacifista, que habla un poco de lo que está pasando en Venezuela. Hay un cierto tono de preocupación. También como padre uno comienza a inquietarse por otras cosas. Así como hay canciones con sentido del humor, también hay temas que no había tocado como compositor».

El octavo disco de Caramelos de Cianuro tardó cinco años en lanzarse, pero finalmente los fans podrán disfrutarlo en la aplicación PepsiMusic, que puede descargarse de forma gratuita en dispositivos iOS y Android. Además, será promocionado en el extranjero, donde ya está disponible en línea. Próximamente, la banda estará en Bolivia y México.

LS

Con información de El Universal.