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Arnoldo Portillo: Más allá del acompañamiento, la batería como lenguaje

El Sumario – El docente y baterista profesional Arnoldo David Portillo Rincón, baquetas en mano y cargado de amor por la música, en la que innova, comparte su visión respecto a este rítmico y poderoso instrumento, que no duda en identificar o llamar forma de lenguaje, y así lo explica en este interesante artículo especializado.

-Desde que tuve mi primer contacto con la batería comprendí que este instrumento de percusión no podía reducirse a la idea de ser un simple marcador del tiempo. Para muchos, el baterista es “el que lleva el pulso”, el que se encarga de que la banda no se desvíe del compás. Esa visión, aunque cierta en parte, es demasiado limitada. Con los años descubrí que la batería es un lenguaje en sí mismo, un idioma capaz de expresar emociones, de dialogar con la melodía y también con el público, de aportar matices que transforman por completo la experiencia musical. Cada golpe, cada silencio y cada dinámica son palabras que, bien articuladas, construyen un discurso sonoro.

La trayectoria realizada me ha permitido acompañar a artistas de géneros muy distintos: desde la gaita zuliana, con su fuerza identitaria y festiva, hasta la salsa, el pop y el jazz. En cada uno de esos escenarios he confirmado que el baterista no es un actor secundario, sino un narrador que puede cambiar el rumbo de una canción. En la gaita, por ejemplo, la tambora y la batería se convierten en raíces que evocan tradición y pertenencia; en la salsa, la batería debe integrarse con la percusión latina para generar un pulso que encienda la pista de baile; en el pop, la precisión y la limpieza son esenciales para sostener la producción y darle frescura; mientras que, en el jazz, la batería se convierte en un interlocutor libre, capaz de improvisar y responder con creatividad a los demás instrumentos. Esa versatilidad me ha enseñado que el baterista debe ser un traductor cultural y emocional, alguien que entiende el contexto y lo transforma en ritmo”.

La batería y su ejecutante aportan y definen con su sonido o ritmo la energía de una canción

-Lo que más me apasiona de este instrumento es su capacidad de liderazgo. Muchas veces se piensa que el baterista está “detrás”, escondido, acompañando. Pero la realidad es que somos quienes definimos la energía de una canción. Un mismo tema puede sonar relajado o explosivo dependiendo de cómo lo conduzca la batería. He vivido situaciones en las que, con un simple cambio de acento o con una variación en la dinámica, la banda entera se transforma y el público responde de inmediato. Esa es la magia de entender la batería como un lenguaje: no se trata de tocar más fuerte o rápido, sino de comunicar con intención.

“También he aprendido que el silencio es parte del discurso. No todo es llenar de fills complicados y rudimentos; a veces, lo más poderoso es dejar espacio, respirar con la música y permitir que el oyente complete la frase. Esa conciencia del espacio convierte al baterista en un arquitecto del sonido, alguien que diseña estructuras invisibles pero fundamentales para que la música se sostenga”.

-Hoy, después de años de estudio, escenarios y enseñanza, sigo convencido de que la batería es un idioma universal. Enseñar este instrumento me ha permitido ver cómo los estudiantes descubren que no solo están aprendiendo a marcar compases, sino a expresarse. Cuando un joven entiende que cada patrón rítmico es una frase y que cada improvisación es una conversación, entonces comienza a hablar el verdadero lenguaje de la batería.

Mi invitación a quienes se acercan a este instrumento es a escucharlo con otros oídos. No lo vean como un accesorio de la banda, sino como un narrador que tiene mucho que decir. La batería puede ser tan melódica como un piano y tan expresiva como una voz, siempre que se toque con sensibilidad y conciencia. Porque cuando entendemos la batería como lenguaje, dejamos de ser simples guardianes del tempo para convertirnos en narradores de la música, en líderes que inspiran y en artistas que cuentan historias a través del ritmo”.

Datos del autor, baterista Arnoldo Portillo

Baterista Arnoldo D. Portillo R.

Arnoldo David Portillo Rincón es un baterista y educador venezolano con una trayectoria que combina excelencia artística, liderazgo pedagógico y proyección internacional. Nacido en Maracaibo y formado en instituciones como el Conservatorio José Luis Paz y la Academia Cemusica avalada por Yamaha, desarrolló una carrera que lo ha llevado de los escenarios zulianos a consolidarse en Miami como músico de sesión, director musical, docente y mentor.

Su experiencia incluye colaboraciones con figuras de la gaita, la salsa, el pop y el jazz, así como una destacada labor en la enseñanza musical dentro academias y colegios, donde ha transmitido no solo técnica, sino valores de disciplina, constancia o creatividad. Certificado por la Yamaha Music Foundation como examinador oficial en batería y respaldado como artista por Soultone Cymbals, Portillo ha sabido equilibrar la tradición acústica con la innovación tecnológica, convirtiéndose en un referente de versatilidad y profesionalismo en su área de ejecución de instrumentos.

Sus redes sociales son @PortDrums

El Sumario

Tomado y con información de DOBLE LLAVE / Opinión experta

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