El Gobierno pretende desarrollar una estrategia para disminuir los componentes dañinos en la alimentación de sus ciudadanos

El Gobierno alemán quiere desarrollar este año una estrategia para poder reducir el azúcar, la sal y la grasa en alimentos preparados y promover así una alimentación más sana, informó el Ministerio de Alimentación.

Un consumo «excesivo permanente» de estos tres componentes contribuye al desarrollo de afecciones como la diabetes y enfermedades cardiovasculares, señala el Ministerio.

Sin embargo, aclara, solamente la modificación de las recetas que usan este tipo de productos no puede reducir el riesgo de padecer estos problemas de salud: los mismos dependen también de la forma de comer, las cantidades y los alimentos seleccionados.

El Ministerio se quiere orientar en las recomendaciones de la Unión Europea, según sus propias palabras; por lo que planea reducir la proporción de azúcar de un producto al menos en un diez por ciento, en un plazo de cinco años.

Actualmente, los alemanes cubren el 25 por ciento de sus necesidades energéticas diarias con azúcar. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que este valor no supere el diez por ciento.

LS

Con información de dpa.

Fotografía Gettyimages.