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El cálculo biométrico del lente intraocular: precisión y arte para la excelencia visual

El Sumario – En una nueva entrega especial, de la mano experta del doctor Marco Antonio Ríos Olivares, experimentado cirujano oftalmólogo, profundizamos sobre el tema de la determinación, colocación y uso de lentes intraoculares.

«El cálculo biométrico del lente intraocular es el punto de inflexión entre la técnica quirúrgica y la satisfacción visual del paciente. No basta con disponer de un buen equipo: se trata de interpretar mediciones, anticipar la posición final del implante y traducir datos en una experiencia visual óptima. En este artículo exploraremos evolución, retos, soluciones y mi visión personal para optimizar cada decimal».

-Esta revolución comenzó con la biometría ultrasónica y explotó con la óptica de baja coherencia. Hoy, dispositivos como el IOL Master y el Lenstar nos entregan medidas de longitud axial, queratometría y profundidad de cámara anterior con precisión submilimétrica. Sin embargo, la tecnología solo brilla si es acompañada de un ojo clínico entrenado: entender cuándo una medición es atípica, cuándo repetir y cómo ajustar las constantes del lente para adaptarlas a nuestra casuística.

Variables críticas y estimación del ELP

«La estimación del ELP depende de variables críticas: la longitud axial, donde cada décima de milímetro modifica significativamente el cálculo refractivo; la queratometría, que abarca curvaturas anterior y posterior y define la potencia efectiva del lente; y la profundidad de cámara anterior junto al grosor del cristalino, esenciales para prever la posición final del IOL. Este cálculo sigue siendo el principal desafío por la gran variabilidad anatómica y las dinámicas quirúrgicas individuales. Cada uno de estos aspectos influye en la potencia final del lente y en la predictibilidad refractiva, pero hay un elemento que merece especial atención: el epitelio corneal».

El epitelio corneal y la superficie ocular: el terreno donde todo comienza

-Antes de cualquier cálculo, debemos evaluar el estado de la superficie ocular. El epitelio corneal, como primera barrera óptica, puede distorsionar las mediciones si presenta irregularidades, erosiones o alteraciones osmóticas. En pacientes con ojo seco, disfunción meibomiana o inflamación crónica, la película lagrimal inestable puede generar errores en la queratometría y en la topografía corneal, afectando directamente el cálculo biométrico.

«Por eso, siempre debemos realizar un tratamiento previo de la superficie ocular. Restaurar la homeostasis lagrimal, estabilizar el epitelio y reducir la inflamación no solo mejora el confort del paciente, sino que garantiza mediciones más fiables y reduce el riesgo de sorpresas refractivas postoperatorias. He comprobado que este paso previo puede marcar la diferencia entre un resultado aceptable y uno verdaderamente excelente».

Protocolo práctico para consistencia

Fuente de esta imagen referencial: Brands People en Unsplash

-Para reducir variabilidad y sorpresas refractivas, propongo este flujo de trabajo:

1. Preparación y calibración

  • Verificar la limpieza y alineación del biómetro.
  • Realizar calibración según recomendaciones del fabricante.

2. Toma de múltiples mediciones

  • Registrar al menos tres valores de longitud axial y queratometría.
  • Descartar lecturas con desviaciones mayores a 0,10 mm o 0,25 D.

3. Selección de la fórmula

  • Ojos cortos: Hoffer Q.
  • Eje medio: SRK/T o Haigis.
  • Estructuras complejas: Barrett Universal II o Olsen.

4. Ajuste de constantes y verificación

  • Emplear datos propios de resultados previos para personalizar la constante A, el factor a0 o la constante p1/p2.
  • Revisar pacientes con resultados atípicos para refinar la fórmula.

5.- Comunicación con el paciente

  • Explicar expectativas refractivas y posibles rangos de variabilidad.
  • Documentar acuerdos y gestionar realidades especializadas, como lentes tóricos o multifocales.

«En casos complejos como ojos post-refractiva, queratoplastia o con cámara anterior muy profunda, es crucial aplicar protocolos especiales que integren topografía corneal, aberrometría y biometría de segmento posterior para mejorar la precisión predictiva, al tiempo que el uso de software que cruza big data con nuestra propia casuística permite ajustar las constantes de forma personalizada y optimizar los resultados».

Mi visión clínica y recomendaciones

-Cada cirujano debe crear un flujo de trabajo biométrico, por lo que hay que insistir en:

  1. Verificación del equipo y calibración diaria.
  2. Múltiples mediciones para descartar errores aleatorios.
  3. Selección de fórmulas según longitud axial y complicaciones previas.
  4. Ajuste de constantes con datos de resultados previos.
  5. Discusión con el paciente sobre expectativas refractivas.

«Este protocolo asegura consistencia y reduce sorpresas postoperatorias. El cálculo biométrico va más allá de la fórmula matemática: implica un protocolo riguroso, una lectura crítica de los datos y una adaptación constante a la propia experiencia quirúrgica. Es la combinación de tecnología, destreza quirúrgica y juicio clínico. Solo así convertimos una pieza de tecnología en un instrumento de precisión para ofrecer emetropía real y mejorar la calidad de vida de quienes depositan en nosotros su confianza».

Sobre el Dr. Marco Antonio Ríos, autor de este artículo

Dr. Marco Antonio Ríos

El doctor Marco Antonio Ríos Olivares es médico cirujano egresado de la Universidad del Zulia, donde descubrió su pasión por la oftalmología y sentó las bases de una carrera marcada por la excelencia académica.

Con más de dos décadas de experiencia, el Dr. Ríos ha acumulado un sólido historial como cirujano oftalmólogo, especializado en el segmento anterior y en procedimientos de alta precisión para corregir cataratas, astigmatismos y otros defectos de refracción. Su enfoque combina el uso de microincisión, facoemulsificación de última generación y láser de femtosegundo, siempre adaptando cada protocolo a las necesidades visuales y estilo de vida de sus pacientes. Este compromiso con la personalización de los tratamientos le ha permitido obtener resultados sobresalientes y recuperar la calidad de vida de cientos de personas.

Además de su labor quirúrgica, el doctor Ríos es cofundador y director del Instituto Docente de Especialidades Oftalmológicas (IDEO), una clínica que en alianza con la Universidad del Zulia funge como centro de formación para los oftalmólogos del mañana. En calidad de profesor ad honorem, comparte su experiencia en el postgrado de Oftalmología, animando a sus alumnos a explorar la investigación y a mantenerse a la vanguardia de las innovaciones tecnológicas en este campo profesional.

Su trayectoria está avalada por la membresía en importantes organizaciones científicas: la Sociedad Panamericana de Oftalmología, la Sociedad Europea de Catarata y Cirugía Refractiva, y la Sociedad Venezolana de Oftalmología, de la cual fue parte de su Junta Directiva. Como conferencista nacional e internacional, ha presentado múltiples trabajos de investigación y conferencias sobre técnicas de microincisión, selección de lentes intraoculares y avances en imagenología intraoperatoria.

Impulsado por la convicción de que la democratización de la salud visual transforma vidas, el Dr. Marco Antonio Ríos dedica sus esfuerzos no solo a la práctica clínica, sino también a liderar estudios clínicos que exploran métodos regenerativos y a fomentar la cooperación entre especialistas de América Latina. Su visión es clara: llevar excelencia quirúrgica, innovación y formación de calidad a cada rincón de la región, para que ningún paciente se quede sin la oportunidad de recuperar una visión plena.

Instagram:  @mriosideo

El Sumario

Con información de DOBLE LLAVE / Opinión experta

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