Por mucho que se haya consumido, los restos te permitirán rehacerla y poder usarla una y otra vez
Por mucho que se haya consumido, los restos te permitirán rehacerla y poder usarla una y otra vez

Benjamín Shine es el inventor de un ingenioso candelabro desmontable que contiene un filtro que a su vez sirve de soporte, un molde de plástico y la base.

Sobre el filtro se coloca la vela y, a medida que ésta se va gastando, la cera derretida desciende por el molde de plástico, el cual junto a una mecha unida al filtro dará lugar a una nueva vela.

Es decir, por mucho que la vela se haya consumido, los restos te permitirán rehacerla y poder usarla una y otra vez. Sencillo, ingenioso y ecológico.

Cuando una vela blanca arde se genera una combustión química. Lo que realmente arde no es la mecha de la vela sino la cera, que está hecha de parafina, que con el calor se funde y luego se evapora. Cuando la parafina en forma gaseosa entra en contacto con el oxígeno del ambiente se genera la llama. Producto de esta combustión se generan dióxido de carbono y agua.

Shine apostó por un invento que no sólo es útil tener en el hogar, lo más importante es que busca el cuidado del planeta.

DS

Con información de Buen Diario.