Para el especialista es importante detectar no sólo el error, sino también cuándo y en qué contexto se produce

En ocasiones los niños presentan dificultades para aprender a hablar, sin embargo, los padres acompañan el proceso interpretando lo que quieren decir los pequeños sin tratar de corregirlos, y se equivocan.

Cada niño aprende a pronunciar a una velocidad distinta, pero los que tienen alguna traba en el aprendizaje a veces evitan las palabras complicadas, no pronuncian la parte final de un término, o construyen las oraciones con errores y no logran tener fluidez.

En caso de que la situación resulte muy preocupante, se recomienda conversar con un especialista para sondear posibles causas y evaluar el habla del niño. Algunos expertos ofrecen recomendaciones para cuando los padres noten algún déficit en el desarrollo del proceso:

  • Si son padres primerizos no se desesperen ni presionen mucho a los hijos. Hay que acudir a un especialista para evaluar al infante. A veces son los padres los que insisten en que el niño haga una terapia y avance a determinada velocidad.
  • Es bueno determinar el caso desde una perspectiva global, ya que los padres, a su vez, también pueden estar siendo sometidos a presiones por los maestros de la escuela a raíz de la falta de comprensión o de problemas de comunicación con el niño.
  • Para quien no tiene el oído entrenado es difícil captar exactamente dónde se están produciendo las fallas y en qué momentos se producen. Para un especialista es importante detectar no sólo el error, sino también cuándo y en qué contexto ocurre, por eso hay que advertir desde el principio del proceso de aprendizaje.
  • Si un niño confunde «tasa» con «casa», seguramente resulte poco útil pedirle que repita la palabra una y otra vez cuando se equivoca. Los logopedas apuntan que es mejor hacer hablar al niño insertando esa palabra en una frase o en una historia.
  • Hay fonoaudiólogos que trabajan con canciones, rimas y juegos que van acompañados con movimiento. Lo importante es que los padres hablen en un tono tranquilo con sus hijos, con paciencia, y que se tomen el tiempo para compartir momentos con ellos en esa etapa de aprendizaje. Puede parecer obvio, pero no lo es.

DS

Con información de dpa.

Fotografía Gettyimages.