El Sumario – En el antiguo Egipto, los gatos eran adorados por la estrecha relación que mantenían con la diosa Bastet. Con el paso de los años este felino se integró progresivamente a los hogares y pasó a ser una figura que ayudaba a controlar a los roedores.

Sin embargo, durante la Edad Media, los gatos negros adquirieron una mala reputación, por ser asociados a las brujas, ya que la Inquisición divulgó que las practicantes de la magia tomaban la forma del felino para desplazarse sin llamar la atención.

A partir de ese momento se comenzó a cazar a estos animales bajo el lema de que los mismos era el símbolo del diablo. Siglos después esta cacería cesó, pero no lo hizo el mito que existe en torno a la figura de este ágil y misterioso felino de pelaje oscuro.

Bárbara Méndez / @barbie_zml

Con información Culturizando