Cejas tatuadas y afiladas en forma ascendente; mejillas tumefactas y labios rollizos y perfilados. Todo ello aderezado con un maquillaje excesivo que uniformiza los rostros es el nuevo canon de belleza en las mujeres de Irán. «Existe una obsesión entre las mujeres por realzar el rostro, ya que es lo único que podemos mostrar», afirma Roya JahanShahi, cirujana plástica en Teherán.
Irán es el país del mundo donde se realiza anualmente un mayor número de rinoplastias. Más de 200 mil personas, la mayoría mujeres, pero también cada vez más hombres pasan por el bisturí anualmente.
El cirujano Mohammad-Reza, asegura que la edad más común es entre mujeres de 40 y 60 años, pero cada vez hay más jóvenes que piden intervenciones cuando no las necesitan en absoluto. «Sin duda, una de las principales razones por las que muchas mujeres se operan es para presumir. Lo primero que se busca es aparentar menos edad, pero después alardear de ello. La cirugía es sinónimo de estatus y por ello a muchas pacientes les encanta decir que pasaron por el quirófano», asevera Reza.
«Las iraníes ven en Internet y en los canales del satélite los rostros de las actrices americanas y sienten una obsesión por ese tipo de belleza que no tiene nada que ver con la belleza persa, por parecerse a ese estilo de mujer occidental». Este comportamiento demuestra que los intentos de las autoridades para que el estilo de vida occidental, incluido el look, no penetre en el país fracasaron hace tiempo.
Alejandra Watts
Con información de El Mundo.
Fotografía destacada Gettyimages.