
El Sumario – Negro, terciopelo, seda y mucho, mucho brillo es lo habitual para quienes, incluso en familia, quieren ser epítome de elegancia en las comidas y cenas de Navidad. Sin embargo, el canon cambia, especialmente en Fin de Año, una festividad que dejó de ser tan protocolaria para convertirse en una reunión muy cómoda y en pijama.
Festejar la llegada del Año Nuevo no siempre conlleva vestirse de gala. Los últimos ‘milenials’ (1981-1996) y la Generación Z (1997-2012), especialmente, están dispuestos a cambiar la tradición, confirma a EFE la doctora en psicología Ana Aranda.
«Despedir el año en pijama se ha convertido en una celebración divertida entre amigos» e incluso en familia, cuenta Andrea, que decidió convocar en su casa a su círculo más cercano para cenar en Fin de Año.
Reconoce que en otras ocasiones el grupo ha salido hasta que amanece. «No es una cuestión de edad, nos apetece variar», argumenta para justificar un cambio que incluye, como código de vestuario, «un pijama navideño».
Para algunos esta opción es una tendencia que puede llegar a convertirse en una tradición de Navidad. No hay más que mirar las ventas electrónicas, pasado el ‘Black Friday’, para comprobar que en muchos casos es imposible encontrar tallas de este tipo de pijamas.
Navidad en pijama
En las firmas de moda rápida y las plataformas de venta ‘on line’ se concentran la mayor cantidad de propuestas. Skims, la marca de Kim Kardashian, deseñó un pijama con camiseta corta y estampado de renos saltando.
La sueca H&M estampa sobre fondo rojo lazos y estrellas de nieve; mientras que la francesa Kiabi tiene en el Grinch su imagen principal de Navidad.
En el caso de Lefties, los motivos son perros con gafas de sol, gorro y casaca de Papa Noel, además de otros más abrigados de pelo y capucha con cuernos de reno.
Brillos, que no falten
En la otra cara de la moneda, no hay Navidad sin que las colecciones de fiesta irrumpan en los escaparates para celebrar unas fechas en las que la elegancia no está reñida con la comodidad, que este año es la tendencia principal.
Aranda afirma que existe una polarización muy grande en estas fechas en torno al vestuario «porque se mantiene el vínculo a la familia, se vista o no de fiesta. Se quiere mantener la tradición y al mismo tiempo desmitificar».
El diseñador francés Ludovic de Saint Sernin realizó una colección cápsula para Zara en la que no faltan vestidos de tirantes plateados, otros con cuero y tachuelas, y también incorpora pantalones fácilmente combinables con blusas de seda.
Elisabetta Franchi también apuesta por la comodidad, con un vestido mini adornado con brillantes con los que realiza un efecto piel de cocodrilo en negro.
La propuesta de Ralph Lauren también se centra en el blanco y el negro, ‘looks’ que combina con detalles en cuero en pantalones y chalecos.
En el polo opuesto, el belga Glenn Martens creó para Diesel una colección navideña donde se rinde a los vestidos ceñidos en estampado floral abstracto.
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El Sumario
Con información de EFE Servicios y redes sociales
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