
El Sumario – Un equipo europeo de científicos liderado por españoles descubrió un sistema planetario que orbita alrededor de una estrella un poco más fría que el Sol, un tipo de astro cuyas características aseguran «el ambiente ideal para el desarrollo de la vida» en la superficie de los planetas.
Este descubrimiento fue posible gracias a las observaciones realizadas desde el Observatorio de Calar Alto, en Almería, y es el primer hallazgo importante del proyecto KOBE, que monitoriza 50 estrellas.
La búsqueda de planetas habitables más allá del Sistema Solar se centró, sobre todo, en astros como el Sol, una estrella de tipo G cuyas características y cercanía permiten que la Tierra albergue vida biológica.
Aunque recientemente se amplió la búsqueda a estrellas frías (denominadas de tipo M), las estrellas de tipo K son las que parecen proporcionar un ambiente ideal para el desarrollo de la vida en la superficie de los planetas que las orbitan.
Estas estrellas son las que más favorecen la ‘zona habitable’ de un sistema planetario, la región alrededor de una estrella en la que un planeta puede albergar agua líquida en su superficie. Además, son muy tranquilas, sin grandes eventos de actividad.
Búsqueda de sistema planetario habitable
Buscar planetas a su alrededor es pues un objetivo fundamental en la exploración exoplanetaria moderna y el principal objetivo del experimento KOBE, un programa de observación liderado por el Centro de Astrobiología (CAB) y con colaboración del Instituto de Astrofísica de Portugal, el Laboratorio de Astrofísica de Marsella y el Observatorio de Ginebra.
Desde 2021, KOBE, que realiza sus observaciones con el instrumento CARMENES, instalado en el Observatorio de Calar Alto, busca planetas en la zona habitable de 50 estrellas de tipo K y, para ello, monitoriza la velocidad de estos astros, que fueron cuidadosamente seleccionados al inicio del proyecto para maximizar las probabilidades de éxito.
En una de estas estrellas, denominada KOBE-1, el equipo halló la señal de dos planetas orbitando con periodos de 8,5 (KOBE-1b) y 29,7 días (KOBE-1c).
Gracias a los datos de CARMENES se pudo establecer una masa mínima para estos planetas de 8,8 y 12 veces la masa de la Tierra, respectivamente, aunque al no disponer de una medida de su radio, su composición es aún desconocida.
«Con estas masas, ambos planetas podrían clasificarse como super-Tierras, es decir, cuerpos rocosos ligeramente más grandes que la Tierra, o como sub-Neptunos, caracterizados por grandes atmósferas de hidrógeno y helio que los hacen más ligeros que Neptuno», explica la investigadora predoctoral del CAB y líder del estudio, Olga Balsalobre Ruza.
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El Sumario
Con información de EFE Servicios y redes sociales
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