El ritual que tiene 500 años de antigüedad ofrece a los creyentes la posibilidad de lograr perdón general por sus pecados

El papa Francisco inauguró este martes un Año Santo extraordinario de la Iglesia católica, bautizado como «Jubileo de la Misericordia«, al abrir la Puerta Santa de la Básilica de San Pedro, que había permanecido cerrada durante casi 15 años.

En la ceremonia participó también el antecesor de Francisco, Benedicto XVI. El Año Santo se prolongará hasta el 20 de noviembre de 2016 y ofrece a los creyentes la posibilidad de lograr perdón general por sus pecados.

Antes de abrir la Puerta Santa, el papa había oficiado junto con varios cardenales una misa a la que asistieron unas 50 mil personas en medio de una llovizna y fuertes controles de seguridad, que provocaron largas colas.

«Cruzar la Puerta Santa significa redescubrir la misericordia infinita del Padre que da la bienvenida a todos y que sale personalmente al encuentro con cada uno de ellos», afirmó Jorge Mario Bergoglio, de 78 años. Agregó que es un error pensar en Dios como alguien que castiga en vez de alguien que perdona los pecados. «Debemos poner la misericordia por encima del juicio», dijo Francisco.

Este Año Santo extraordinario, anunciado por el papa en marzo, es el número 30 en la historia del catolicismo. El primero se celebró en el año 1300, aunque sus orígenes se remontan a una tradición judía. En un principio se celebraban cada 100 años, pero posteriormente el intervalo se recortó en el siglo XV hasta los 25 años. Sin embargo, el último tuvo lugar en 2000. Los papas convocan a veces jubileos extraordinarios, como el que arrancó este martes.

AW

Con información de dpa.

Fotografía REUTERS/Max Rossi.