Las sillas y sillones en los que uno se sienta deberían amoldarse siempre al cuerpo. De esta forma, es posible prevenir los terribles malestares de espalda.
El ángulo ideal entre respaldo y asiento es de 95 a 105 grados. Cuán atrás debe sentarse uno en la silla es fácil de saber: las lumbares deben estar contra el respaldo, y si esto no es posible, se puede colocar un almohadón entre la espalda y el respaldo. Entre la parte posterior de la rodilla y el final del asiento debe quedar algo de espacio.
Las rodillas también deben estar a 90 grados. Si los pies llegan cómodamente a tocar el suelo, la altura del asiento está bien regulada. Si es muy baja, se puede usar un almohadón sobre el asiento, y si es muy alta, un apoyo para los pies.
EC
Con información de dpa.