La técnica contour consiste en aplicar luz y sombra, y se ha hecho famosa por ser el truco de más de una celebridad para lucir perfecta y glamurosa. Los colores oscuros se aplican a los puntos donde nuestra cara genera sombras, es decir, debajo del hueso del pómulo, por el puente de la nariz, las esquinas de la frente y en la línea que separa el rostro del cuello.
En cuanto al corrector blanco, cuya misión es aportar luz, se administra en el medio de la frente, en los pómulos y sobre el puente de la nariz. Los patrones se alteran un poco según la forma de tu rostro. Aprende cómo aplicarlo según tus facciones:
- Rostro forma de diamante: cuando la línea del cabello es más angosta que los pómulos, la barbilla es puntiaguda y la cara resulta más larga que ancha, debes aplicar el contour debajo de tus pómulos, comenzando por tus orejas y terminando a la mitad de la mejilla, para luego difuminar debajo de los ojos en una forma de triángulo invertido, en el hueso de la ceja, a la mitad de tu frente y barbilla.
- Rostro forma de ovoide: cuando la cara es el doble de larga que de ancha, el maquillaje debe acentuarse alrededor de la línea del cabello, debajo de tu barba para redondear un poco tu cara y debajo de los pómulos, comenzando por las orejas y terminando a la mitad de las mejillas. Difumina e ilumina desde los ojos en forma de triángulo invertido.
- Rostro forma redonda: el rostro suele tener proporciones similares en cuanto al ancho y el largo, debes aplicar el contour en las orillas de la frente, debajo de los pómulos, terminando a mitad de las mejillas. Difumina todo para luego iluminar debajo de los ojos en una forma de triángulo invertido, en el hueso de la ceja, a la mitad de tu frente y a la mitad de tu barbilla.
- Rostro forma rectangular: cuando el ancho de tu línea del cabello y tu mandíbula son casi iguales y tu cara es más larga que ancha, entonces debes aplicar la técnica en las orillas de la frente, alrededor de la línea del pelo, debajo de tu mandíbula y debajo de los pómulos. Ilumina debajo de los ojos, el hueso de la ceja, la mitad de tu frente y barbilla.
Ahora que conoces la clave no tienes excusa para no lucir como una estrella de Hollywood, aplícalo y no dejes de brillar.
Yelimar Requena
Fotografía Gettyimages.
