El Sumario - Edith Bruck, poetisa y superviviente del holocausto, recibió visita sorpresa del Papa
Francisco y Bruck conversaron durante una hora de la experiencia de la escritora como superviviente de aquel lamentable hecho y sobre otros aspectos de la vida

El Sumario – Una visita de sorpresa fue la que realizó el sábado 20 de febrero el papa Francisco a la poetisa hebrea de origen húngaro y sobreviviente del holocausto, Edith Bruck, en su casa de Roma.

La información fue compartida en una nota firmada por el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, en la que se explicó que la visita se produjo en torno a las 4:00 de la tarde (hora local), cuando el papa se acercó a la casa de Bruck situada en pleno centro de la capital y desató la sorpresa de la gente que paseaba en ese momento por la zona, que no dudó en aplaudirle y sacarle fotos.

Francisco y Bruck conversaron durante una hora de la experiencia de la escritora como superviviente del holocausto. También evocaron los “miedos y esperanzas para el tiempo que vivimos, subrayando el valor de la memoria y el papel de los ancianos en su transmisión hacia los más jóvenes”.

Edith Bruck junto al papa Francisco

En la reunión estuvo presente el director del diario vaticano “L’Osservatore Romano”, Andrea Monda, quien en el mes de enero entrevistó a Bruck con motivo del “Día de la Memoria”, tras esta publicación, el papa quedó impresionado por su testimonio, por lo que este sábado decidió conocerla.

Testimonio de supervivencia

En la entrevista al diario vaticano, Bruck describió cómo fue arrancada junto con sus padres y hermanos de la casa del pueblo rural donde vivía y cómo un hombre que no era hebreo le regaló una carreta de víveres para ayudar a los judíos perseguidos.

Al conocer la historia de Edith Bruck, el papa tuvo el deseo de conocerla en persona

También rememoró su época de trabajo en el campo de concentración de Dachau, lugar en el que tenía que cavar trincheras y donde en una ocasión un soldado alemán le lanzó su cazo (olla o cazuela) para lavar, “pero en el fondo había dejado un poco de mermelada” para ella.

Igualmente, relata otro episodio en el que una cocinera alemana le dejó un peine para que arreglara su pelo recién crecido, momentos después de darse cuenta de que se llamaba como su hija.

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Rubén Vásquez

Con información de medios internacionales y agencias