Con el boom causado por el estreno de la nueva entrega de Star Wars, no hay rincón al que se pueda voltear la vista donde no veamos un muñequito, póster, traje o cualquier otro pertrecho alusivo a la famosa saga. Más de mil millones de dólares en taquilla mundial desde el pasado 18 de diciembre, hablan de lo grande que puede ser la influencia mediática de esta película.
Pero me pregunto: son nuestras mascotas susceptibles a todo ese influjo de publicidad, de culto y de ganas de pertenecer a algún clan. Hasta este momento diría con seguridad que no. Que un perro o un gato, incluso un hamster, pudiera conectar con un personaje de ficción y además creérselo, ni de broma. Y no lo diría porque crea que las mascotas son seres inferiores, o con limitado raciocinio, al contrario. Con lo inteligente que puede ser un perro, no pensaría que desperdiciaría tiempo en tratar de ser un «jedi» (con el perdón del maestro Yoda).
Sin duda un perro no lo haría, pero un gato sí. Además, como tienen siete vidas pueden jugar al espadachín futurista al menos seis veces. Y aunque no me lo crean, el gato de este video sí se supo conectar con la fuerza, aunque para ser honesto creo que con el lado oscuro de la fuerza.
https://www.youtube.com/watch?v=m6erUBMtV2g
IV
Fotografía Gettyimages.
