Se espera que el uso de los carros eléctricos sea beneficioso para el cuidado del ambiente

Desde la década pasada, con la preocupación por los gases de efecto invernadero, aparecieron críticas sobre el impacto ambiental de las carreras de Fórmula Uno. Algunos cálculos indican que cada vehículo que participa en el circuito puede generar más de 230 toneladas de dióxido de carbono al año.

Quizá por ello la Federation Internationale de l’Automobile (organización rectora del automovilismo profesional) concedió en agosto de 2012 a la empresa Formula E Holdings (FEH) la concesión para crear una nueva categoría de carreras automovilísticas empleando carros eléctricos.

La empresa se alió con McLaren Electronic Systems para el desarrollo del motor eléctrico que mueve los vehículos, mientras que el diseño del chasis fue creado por Spark Racing Technology.

El diseño exterior de los vehículos Formula E es similar a los de Fórmula Uno en tamaño y forma, por dentro las diferencias emergen: en lugar de cilindros, el motor eléctrico usa un juego de electroimanes que al ser activados intermitentemente crean el movimiento giratorio que impulsa las ruedas a una velocidad máxima de hasta 220 kilómetros por hora. Al carecer de caja de cambios, la aceleración de 0 a 100 kilómetros ocurre apenas en tres segundos.

De acuerdo con el director general de FEH, Alejandro Agag, «esperamos que en unos cinco años tengamos un circuito de entre 16 y 18 carreras en ciudades de todos los continentes», lo que dependerá en buena medida de la recepción que tengan . El propósito final de estas carreras, además del espectáculo, es darle credibilidad a los autos eléctricos como opción seria ante los motores de combustión interna.

De consolidarse la Fórmula E, los autos eléctricos podrían ganar credibilidad para una tecnología que aún está en sus etapas iniciales de desarrollo, atraer aficionados y crear un nuevo negocio millonario.

AW

Con información de Quo.