Sin duda, la prevención es fundamental y es parte del tratamiento, sobre todo en aquellas mujeres que tienen una predisposición hereditaria

Las venas varicosas son más frecuentes de lo que normalmente se estima, suele afectar a hombres y mujeres, pero son ellas quienes las padecen con mayor regularidad. Los síntomas son muy incómodos, por lo que es plenamente comprensible que toda mujer desee quitarse las varices de sus piernas.

Aunque las venas representan un riesgo dependiendo de su grado de evolución o desarrollo, por lo general toda persona que padece de esta enfermedad, desea saber cómo quitar las varices, porque sufrir de los distintos síntomas puede llegar a alterar el estilo de vida del paciente.

Para iniciar el combate de estas venas, un eco doppler de piernas es un buen punto de partida ya sea para tratar las arañitas que son las afecciones más comunes o para las varices de menor o mayor calibre. Este estudio permite ver la permeabilidad de los vasos profundos y determinar si hay o no obstrucción en alguno de los niveles. Es por ello que debe ser realizado a todas las pacientes antes de indicar cualquier tratamiento.

¿Alguna solución?

Presoterapia: son botas que al inflarse y desinflarse en forma rítmica producen presión. Esto remueve el edema acumulado y acelera el retorno venoso y linfático.

Drenaje linfático manual: es un masaje que sigue la dirección de la circulación linfática. Ayuda al organismo a eliminar líquidos acumulados y el exceso de toxinas. Se recomiendan dos sesiones por semana.

Electroestimulación con contractores: es una gimnasia pasiva que reproduce la estimulación y relajación durante el ejercicio. Aumenta el tono muscular y la eliminación de líquido intersticial.

Cremas de uso cosmético: contienen extractos de plantas ricas en saponinas como la hedera hélix, rusco, gingko biloba, castaño de indias. Activan la microcirculación y revitalizan el sistema circulatorio.

PAB

Con información de Revista Susana

Fotografía de Gettyimages