Este 5 de agosto se marcó un antes y un después en la historia deportiva de Brasil, un país que a pesar de las adversidades se levanta día a día a seguir regalando sonrisas y samba

El Sumario – Un gran derroche de ilusión y fantasía se desplegó en el estadio Maracaná, en la inauguración de los primeros Juegos Olímpicos Río 2016, algo que sin duda tiene a todos a la expectativa del desarrollo del magno evento de la historia deportiva.

Por primera vez, Sudamérica es escenario de tan majestuoso evento que tuvo, en todo momento, el mensaje de la paz, el amor, la libertad, la igualdad  y el cuidado de la tierra como bandera inicial y un proyecto a futuro para forjar un mañana mejor. De hecho, por cada atleta asistente se sembrará una semilla para hacer un nuevo parque en Brasil.

Como era de esperarse de un país tropical, la ceremonia estuvo cargada de color, sabor, baile y samba, algo típico en Brasil. Distintas agrupaciones de danza y canto desbordaron el talento y pusieron a los millones de asistentes del Maracaná a bailar. Igual que grandes figuras conocidas desfilaron en una apertura que quedará para la historia.

Una de las características distintas que tuvo el evento el Río, fue la presentación de los países. El desfile se organizó siguiendo el orden alfabético en portugués y no en inglés. En primer lugar salió Grecia y luego si se prosiguió con el orden habitual.

Distintas delegaciones recibieron grandes aplausos, como las que pertenecen al continente suramericano. Sin embargo, hubo una en especial que robo los aplausos y la ovación en pie del imponente estadio: el Equipo Olímpico de Refugiados, sin duda un reconocimiento más que merecido por el esfuerzo que ponen cada uno de los integrantes de este grupo.

El presidente interino de Brasil, Michel Temer, se encargó de declarar el inicio oficial de los JJOO cerca de la media noche (hora en Río). «Después de este maravilloso espectáculo, declaro abierta la XXXI edición de los Juegos Olímpicos», expresó.

Minutos después, el ex maratonista brasileño Vanderlei Cordeiro de Lima encendió la llama olímpica, poniendo punto final a una ceremonia que duró casi cuatro horas y expuso lo mejor del la cultura brasileña que sentirán los 10 mil 500 deportistas de 206 países en estos 16 días de competiciones.

Desde este 5 de agosto al próximo 21 el país caribeño tendrá la mejor oportunidad de demostrar que las dificultades y los problemas socio económicos son mínimos ante la esperanza de un mejor futuro.

Mientras llega ese anhelado día, da un repaso por la historia de los Juegos Olímpicos.

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Angélica Rodríguez.

Con información de dpa.

Fotografía de REUTERS/Stoyan Nenov.