El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo su principal tasa de interés en un 0,05%, el mínimo histórico fijado en septiembre de 2014 para reactivar la débil coyuntura en la eurozona. El Consejo de Gobierno del banco cumplió así con lo esperado por los analistas.
El presidente del BCE, Mario Draghi, volverá a acaparar toda la atención en la rueda de prensa posterior a la reunión del consejo de gobierno marcada por la invariable baja inflación en la eurozona, sin que las medidas emprendidas hasta ahora por el italiano hayan surtido efecto.
La reunión vino precedida por la noticia de que la inflación en la eurozona se mantuvo en el mes de agosto en un 0,2%, de acuerdo con los datos de la oficina de estadísticas europea Eurostat.
El ambicioso plan de compra de bonos de Draghi lanzado en marzo para alejar el fantasma de la deflación de la eurozona parece no tener efecto pese al leve ascenso registrado en mayo, cuando la inflación se situó en el 0,3%.
El programa de compra de bonos soberanos y títulos de empresas por unos 60.000 millones de euros (68.830 millones de dólares) por mes fue puesto en marcha con la misión de reactivar la economía e impulsar el aumento de los precios.
El BCE cree que con este programa, con un volumen de casi 1,1 billones de euros hasta septiembre de 2016, conseguirá acercar la inflación al objetivo de estabilidad de precios fijado en un valor cercano pero por debajo del dos por ciento. Hasta el 28 de agosto, el BCE había gastado ya en el marco de este programa cerca de 289.500 millones de euros.
Sin embargo, los economistas esperan ahora que Draghi anuncie una prórroga del mismo debido a las débiles perspectivas del desarrollo de los precios en base a la drástica caída de los precios del petróleo, la reciente revalorización del euro y los riesgos para la coyuntura económica derivados de las turbulencias del mercado chino.
AG
Con información de dpa.
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