La ciudad es conocida por la torre inclinada más famosa del mundo, pero los eventos a pie de calle y su gastronomía le dan un increíble sabor italiano

Todo turista que planifica un viaje a Italia no deja pasar la oportunidad de visitar los monumentos más importantes de dicho país. Italia es una referencia mundial en lo que a cultura se refiere y posee un sinfín de lugares para recorrer y admirar. Tal es el caso de la Torre de Pisa.

La construcción de la Torre de Pisa se desarrolló en tres etapas durante un periodo de 177 años (hace 843 años se inició la construcción). La construcción de la primera planta comenzó el 8 de agosto de 1173, en un periodo de éxito militar y prosperidad. La primera planta está rodeada de semicolumnas con capiteles clásicos y arcos ciegos, todo ello en mármol de color muy blanco.

Giovanni di Simone, Tommaso Pisano y Alessandro Gherardesca tuvieron mucho que ver en la construcción y mantenimiento de una obra tan emblemática para los italianos.

Lo que muy pocos saben, es que en Pisa pueden disfrutar de una amplia gastronomía y eventos a pie de calle con gran sabor y color italiano.

Torre de Pisa
Un error mágico y atractivo, en eso se convirtió la Torre de Pisa.

Su casco urbano tiene un aire florentino que atrapa al turista, con calles angostas y fachadas que lucen gastadas. Pisa posee tres universidades -que por cierto son las más antiguas de Italia– alimentando constantemente su urbe. De hecho, la Universidad de Pisa tiene un programa denominado «Inclinados hacia América Latina«, que ofrece intercambios y excelentes becas para estudiantes de nuestra región.

La zona está repleta de bares y cafés, destacando la pizzería de Il Montino que es la de mayor data. Si eres de aquellos que no le gusta tanto el bullicio, la pizzería Le Mura es ideal si además te encantan las pizzas de masa fina o la peculiar Cecina: una pizza hecha con harina de garbanzos.

Cerca de la Piazza San Uomobuono se encuentra el mercado agrícola y se organizan pequeñas tiendas de ropa a precios bajos. La comunidad ha logrado establecer varios comercios alrededor de sus monumentos y así potenciar su economía.

El resto de sus plazas están llenas de arte y de vida, pues el recorrido está hecho para no distraerse ni un minuto. Dulcerías y museos completan el camino, siendo popularmente famoso el Museo Piaggio en honor a las divertidas y funcionales motos Vespa.

Ya es hora de empacar y tomar tus maletas, ¡un nuevo destino te espera!

Kir-Her Yánez León

Fotografía destacada Gettyimages.