Según un estudio, los niños que la padecieron en sus primeros años de vida son propensos a sufrir de epilepsia

Los niños de Dinamarca a los que les diagnosticaron pertussis o tos convulsa en la niñez temprana sufrirían de un aumento del riesgo de desarrollar epilepsia hacia el final de esa etapa de la vida.

«Aunque la relación que identificamos es importante en el nivel poblacional, el riesgo individual de cada niño atendido con pertussis en un hospital será muy bajo», dijo el autor principal, el doctor Morten Olsen, del Hospital de la Universidad de Aarhus, Dinamarca.

La pertussis es una infección respiratoria aguda común en la niñez. Afecta a unas 16 millones de personas por año. Las crisis de tos con vómitos son tan graves que los bebés no pueden comer, beber o respirar, y pueden durar semanas. La infección puede causar neumonía, convulsiones, lesiones cerebrales y hasta la muerte, de acuerdo con los CDC.

En Estados Unidos, los niños reciben cinco dosis de la vacuna contra la tos convulsa, que está incluida en la vacuna contra las bacterias que provocan la difteria, el tétanos y la pertussis (DTaP) a los dos, cuatro, seis y 18 meses de edad con un refuerzo entre los cuatro y los seis años.

El equipo de Olsen revisó una base de datos nacional para identificar a 47 mil pacientes que habían nacido entre 1978 y el 2011. A todos se les diagnosticó pertussis y la mitad tenía menos de seis meses de edad.

El diagnóstico elevó el riesgo de que los niños desarrollaran epilepsia al compararlos con otro grupo del mismo sexo y el mismo año de nacimiento. A los diez años, respectivamente, el 1,7 y el uno por ciento de ambos grupos tenía epilepsia, según publican los autores en JAMA.

Los niños con pertussis diagnosticada después de los tres años de edad no registraron un aumento de ese riesgo. Las estadísticas de los CDC indican que en el 2013 se le diagnosticó epilepsia al 1,8 por ciento de los adultos de Estados Unidos (4,3 millones de personas). El tratamiento incluye anticonvulsivantes u otras terapias de manejo de la enfermedad.

Para el doctor Eugene D. Shapiro, de la Facultad de Salud Pública de Yale, New Haven, es posible que la disminución del oxígeno en la sangre por la tos en un niño pequeño dañe el cerebro y eleve el riesgo de epilepsia. Consideró que la asociación no es muy sólida, pero que podrían existir otras complicaciones de la tos convulsa, lo que es un buen motivo para seguir vacunando a los niños.

LS

Con información de Yahoo! Noticias.

Fotografía Gettyimages.