El primer día de colegio es un paso muy importante para tu retoño y cuanto mejor prepares la transición, más fácil le resultará adaptarse. Según la psicoanalista Claire-Lucie Cziffra debes:

  • Háblale del colegio: «Háblale de la escuela haciendo hincapié en el carácter lúdico y festivo», dice Cziffra. Dile que se divertirá y tendrá amigos, además de explicarle que será diferente a la guardería. La descripción de su nuevo entorno le ayudará a sentirse más seguro y a familiarizarse con él. «En cambio, no se debe insistir en el hecho de que ya es mayor, hay niños que no tienen prisa por crecer», añade.
  • Juega con él imitando el entorno escolar: Para prepararlo, puedes recrear el ambiente de la escuela jugando con sus muñecas o peluches, pues le permitirá «ponerse en situación, y si está preocupado, le ayudará a manifestarlo», explica. Así podrás entender lo que le pasa, tranquilizarlo y trasmitirle mensajes relativos al papel de la maestra.
  • Ayúdalo a familiarizarse con el nuevo contexto: Llévalo a la escuela antes del gran día y paséate con él por la zona. Se familizará con el entorno y hará que se sienta seguro.
  • Acostúmbralo a los nuevos horarios: «Unos días antes del día D, impón un ritmo más adecuado a la vida escolar», aconseja la experta. De esta forma conseguirás que le cueste menos empezar las clases.
  • Evita el estrés: Calcula el tiempo que necesita para desayunar y vestirse. Si es lento, tenlo en cuenta, en la medida de lo posible, naturalmente, porque «en general, correr no sirve de nada, y menos aún ese día».
  • Prepara la ropa con él: ¡Es un día especial! La noche anterior, prepara las cosas con él. Por un lado, ganarás tiempo, y por otro, evitarás los conflictos sobre la elección de la ropa.
  • Prepara ropa de cambio: Por una parte, el día puede provocarle emociones fuertes y podría escapársele algo. Por otra parte, puede que se olvide de ir al baño, al estar ocupado con el grupo y las actividades. Tendrá suficiente con llevar un interior y un pantalón o un vestido. Explícale que si le ocurre, no pasa nada, y que tiene un cambio en el bolso. Se sentirá más tranquilo.
  • Déjale llevar su muñeco preferido: Su muñeco favorito también ocupa un lugar importante en esta etapa escolar. El niño lo necesitará cuando haga la siesta. Es necesario que disponga de un objeto para este periodo de transición: un pañal de tela o algo de mamá también sirve.
  • Manifiesta tu estrés: Puede que estés nerviosa con la idea de dejarlo en la escuela todo el día. «No obstante, en lugar de camuflarlo, es mejor expresarlo con palabras sencillas», explica la psicoanalista. «¡Mamá está un poco preocupada, no pasa nada, ya se le pasará!», por ejemplo. De esa forma el niño entiende que el problema es de mamá y no suyo.
  • ¿Y si llora?: Si se pone a llorar al ver que te vas, es normal. «Ayúdalo a tranquilizarse, dile que lo quieres, que no está solo, que hay otros niños, que está con la maestra y que se va a divertir», propone Cziffra. También puedes decirle que vas a venir a buscarlo, igual que el resto de madres y padres. En general, el niño deja de llorar en cuanto te vas. Si te preocupas más de lo necesario porque está llorando, el niño lo siente y puede dejar de querer ir a la escuela. Para dejar de preocuparte, si es necesario, pregúntale a la maestra si ha dejado de llorar. Puedes estar segura de que te dirá la verdad, y si hay un problema, te lo comentará.
  • Respeta el tiempo de integración: La primera semana es importante respetar los tiempos de adaptación. En algunas escuelas puedes quedarte un poco, o un rato por la mañana. Evalúa con la maestra lo que necesita, especialmente si el niño tiene menos de 4 años. También puedes llevarlo a casa después de la comida, en caso de que sea demasiado para él y de que la escuela lo permita.
  • No llegues tarde: Dile que irás a buscarlo y «sobre todo, no llegues tarde», recomienda la experta. Lo peor para un niño es quedarse solo el primer día esperando a sus padres. Enseguida sacará conclusiones y se sentirá diferente del resto de niños que ya están con sus padres. Si vas a llegar tarde en otra ocasión, díselo. Lo mejor es buscar a alguien que pueda recogerlo para que no se quede solo. Eso le ayudará a ser menos aprensivo con el tiempo, a estresarse menos.
  • Recibirlo tras su primer día: Demuéstrale que estás contenta de que haya pasado el día en la escuela, que estás orgullosa de él. Opcionalmente, puedes preguntarle qué tal ha ido el día, sin esperar necesariamente una respuesta. Por un lado, puede considerar que es su espacio secreto, y te dará la información que estime necesaria, o no. Por otro lado, puede estar demasiado estresado para hablar.»Obsérvalo, enseguida sabrás lo que le pasa», precisa la psicoanalista. Intenta estar disponible, necesitará pasar tiempo contigo.

AG

Con información de Yahoo.

Fotografía Gettyimages.