A veces tu jefe puede perder los estribos o no ir al grano durante una reunión. Si bien estas situaciones son capaces de volverte loco, existen soluciones.

Cuando pierde los estribos

Intenta no tomarte su comportamiento de forma personal. Si el principio de «me entra por una oreja y me sale por la otra» no funciona, lo mejor es intentar hablar con el superior, planteando la situación como un ofrecimiento de ayuda.

Cuando los excesos son verbales, lo mejor es marcar límites y decirle amablemente que hasta el momento estaba todo bien, pero que ahora prefiere poner fin a la conversación y continuarla mañana.

Cuando se va por las ramas

Las conversaciones con él son en una auténtica prueba de paciencia ya que parece que no va a terminar de hablar nunca. Lo mejor es hablarle sobre ello. La regla siempre es dejar caer primero un elogio: Los empleados le pueden agradecer al jefe, por ejemplo, que en las reuniones da buenas devoluciones. Sin embargo, también pueden marcarle que el tiempo es corto y que no todos llegan a hablar. Al mismo tiempo, pueden ofrecerle establecer una agenda de modo que las reuniones estén mejor ordenadas.

Cuando exige horas extra

Si siempre hay un pendiente poco antes del viernes por la noche o llamados durante el fin de semana, hay que establecer límites. Lo mejor es hacerlo lo antes posible porque de lo contrario este tipo de exigencias se volverán crónicas. Quien logra marcar su posición de forma amable pero consecuente, a veces termina contando incluso con cierto reconocimiento por parte de su superior. Saber poner límites suele generar respeto en el otro.

Cuando tiene preferencia por algunos colegas

Si te sientes postergado, lo mejor es que primero revise esa sensación. A veces, determinadas preferencias tienen un motivo real. Quizá tu compañera tiene al hijo enfermo o necesita ir regularmente al médico. Muchas veces, los malentendidos hacen que surjan envidias entre colegas. Cuando una preferencia es injustificada, lo mejor es que los empleados hablen directamente con su jefe: «A mí también me interesa hacer lo que hace mi colega. ¿Qué puedo hacer para trabajar en la misma área que ella?

Cuando no explica

Hay jefes que  simplemente dicen «hágalo» y empujan a sus subordinados a ocuparse de tareas desagradables. Para algunas personas, esto no es un problema. Pero para quienes se sienten incómodos, lo mejor es pedirle consejo al jefe y preguntarle, por ejemplo, qué expectativas concretas tiene en relación a un proyecto. O pedirle indicaciones más precisas sobre cómo proceder.

AG

Con información de dpa.

Fotografía Gettyimages.