La mayoría de las víctimas son personas susceptibles y muy vulnerables a los comentarios y comportamientos de los demás

El Sumario – El mobbing o acoso laboral es el comportamiento negativo y abusivo que existe entre compañeros de trabajo y/o entre superiores e inferiores dentro de la jerarquía del recurso humano de una empresa. En otras palabras, lo que se conoce como bullying pero a nivel laboral.

Este tipo de hostigamiento puede dar paso a situaciones incómodas en el espacio de trabajo y que pueden desencadenar problemas psicológicos y/o físicos en los afectados y legales en los ejecutores. Lo más preocupante de todo es que en algunos casos es más de uno, por lo que la víctima podría estar rodeada de personas que permiten este comportamiento dañino.

¿Por qué existe el mobbing?

Principalmente ocurre por la necesidad de un empleado de «ver caer» a otro. Todo esto ocurre dentro del plano laboral, es decir, que los agravios se hacen para que una persona salga de la empresa. Para ello, los psicoterroristas laborales se valen de artimañas para que la víctima pierda su capacidad de comunicación y de interacción con los demás compañeros, desmejore el desempeño en sus funciones y reciba críticas y mentiras acerca de sus labores e incluso de su vida personal.

Su causa principal puede ser desde celos laborales hasta envidia por lo que el otro es, tiene o logra, por lo que es común que las víctimas sean empleados nuevos y más jóvenes, muy bien preparados y con cualidades que sumarán mucho a la empresa. Al sentirse amenazados por la competencia que se les presenta, los victimarios acuden a este comportamiento para sacarlos del camino.

¿Qué ocurre con la víctima?

Dependiendo de qué tan fuerte emocionalmente sea, va a tomarlo de una manera u otra. Pero, por lo general, las personas que sufren de acoso laboral son susceptibles y muy vulnerables, por ello sus victimarios los escogen como un blanco fácil. En estos casos, la víctima pierde autoestima, duda de sus capacidades profesionales, se frustra para poder superar los retos que se le plantean y se autodestruye moralmente.

En la gran mayoría de los casos, los ejecutores no solo son conscientes del daño que hacen y no reparan en las consecuencias que podría traerles, sino que emplean estrategias minuciosamente preconcebidas, de manera que nada de lo que hacen es improvisado sino intencional y planificado.

Fases del mobbing

Existen cuatro fases en este proceso:

  • Fase de conflicto. Cuando surge un inconveniente entre dos o más personas pueden ocurrir dos cosas: ser solucionado a través del diálogo o generar roces entre las partes. Cuando no ocurre una solución inmediata, se pasa a la siguiente etapa.
  • Fase de mobbing o de estigmatización. Es la más duradera de todas y está plagada de comentarios y comportamientos negativos por parte del hostigador. La víctima hará todo para frenarlo, teniendo en cuenta que lo que menos quiere es ser aislado del grupo de trabajo.
  • Fase de intervención desde la empresa. Cuando la directiva tiene conocimiento del problema que se presenta entre los empleados, debe tomar cartas en el asunto. Por lo general, hacen una investigación exhaustiva del inconveniente y se decide, a nivel de departamento de recursos humanos o de dirección de personal, separar a los trabajadores y ubicarlos en otros puestos de trabajo.
  • Fase de marginación o exclusión de la vida laboral. Podríamos encontrar más de un escenario: que la víctima abandone su puesto, especialmente si tuvo largas temporadas de baja laboral; que pida ser trasladado a otra oficina u otra sede de trabajo (y no en todos los casos ocurre); que se quede en la empresa hasta que ya no pueda aguantar más; y en el peor de los casos podría terminar en suicidio.

Cómo evitar el acoso laboral

Desde el principio, la empresa debe elaborar un documento en el que se exprese claramente que en la institución no se acepta ningún tipo de comportamiento que perjudique la relación y el desempeño laboral de sus trabajadores. Además, constantemente deben realizarse actividades preventivas que impidan la aparición de conflictos internos. ¿Cómo conseguirlo? Por medio de la adecuada organización del trabajo, la inclusión y la puesta en práctica de las medidas para prevenir, regular y hasta sancionar problemas interpersonales.

Andreina Gutiérrez Romero

Con información de Sanitas