El Sumario – La inocencia de los más pequeños define la esencia de la vida, su ternura y capacidad de siempre ver el mundo con ilusión es, probablemente, de las cosas más hermosas. Esto ha quedado demostrado este jueves cuando niños refugiados regalaron al papa Francisco un peluche, evocando un gesto de amor que superará la historia.
El peculiar detalle estaba cubierto de vendas que pretenden sanar todo el mal que han padecido, en ellas han descrito las guerras que de cierta manera les han robado la alegría.
La noticia fue reseñada en principio por El Osservatore Romano, que puntualiza que el presente fue dado al Pontífice por pequeños procedentes de Eritrea, Egipto y Siria tras finalizar la audiencia general.
Los pequeñines forman parte de la comunidad atendida por la cooperativa social Auxilium y estaban en compañía de sus madres y el fundador Angelo Chiorazzo. Cargaban un cartel que decía “nuestra casa está donde habita la paz”, al tiempo que en sus camisas se leía, “no soy un peligro, estoy en peligro”.
Yelimar Requena
Con información de agencias.