El papa Francisco inició este sábado una histórica visita a Cuba que lo llevará también, cuatro días más tarde, a Estados Unidos, en lo que es un viaje cargado de simbolismos.
El pontífice argentino llegará a las dos naciones convertido en un mediador clave del acercamiento anunciado en diciembre de 2014.
El viaje pastoral de Francisco ha adquirido por ello un enorme significado político. Un día antes de que el papa partiera hacia la isla, el gobierno de Barack Obama anunció nuevas medidas para flexibilizar el embargo e impulsar el acercamiento entre los dos países enemistados durante décadas.
Obama retomó el viernes el contacto directo con su homólogo cubano, Raúl Castro. Ambos conversaron por teléfono y elogiaron el papel de Francisco en el deshielo. También hablaron sobre los avances del diálogo que los dos países retomaron la semana pasada. Cuba y Estados Unidos reanudaron sus relaciones diplomáticas el 20 de julio.
«Voy a visitarlos para compartir la fe y la esperanza, para que nos fortalezcamos mutuamente en el seguimiento de Jesús», dijo Francisco en un mensaje de video difundido por los medios cubanos en los días previos al viaje.
El papa celebrará el domingo una misa al aire libre en la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana, en el que será su principal acto de masas en la isla caribeña. Por la tarde celebrará una reunión oficial con Raúl Castro en el Palacio de la Revolución.
LS
Con información de dpa.
Fotografía REUTERS/Giampiero Sposito.
