En el espacio “el fluido (la sangre) ya no se acumula en las extremidades inferiores sino que se redistribuye hacia la cabeza”

El Sumario – Como estudios anteriores habían señalado, las estancias largas en el espacio afectan la visión de los astronautas pero, ahora, una nueva investigación sugiere que el impacto de los viajes espaciales en el organismo es mucho mayor, pues la microgravedad causa alteraciones en el volumen del cerebro y la glándula pituitaria.

En este sentido, el investigador de la Universidad de Texas, Houston, y autor principal del estudio, Larry A. Kramer, explica que “cuando se está en microgravedad, el fluido, como la sangre, ya no se acumula en las extremidades inferiores sino que se redistribuye hacia la cabeza”.

Resonancias magnéticas demuestran alteraciones permanentes

De esta forma, para lograr lo anteriormente expuesto, él y su equipo realizaron una resonancia magnética cerebral a 11 astronautas, diez hombres y una mujer, en tres ocasiones: antes de ir, un día después de regresar, y al año siguiente.

El resultado de las imágenes mostró que “la exposición a la microgravedad durante largo tiempo había expandido el volumen del cerebro y del líquido cefalorraquídeo de los sujetos, cambios que seguían viéndose un año después de la misión espacial, convirtiéndose en una alteración permanente”.

Por otro lado, este estudio podría servir para probar diversos métodos para contrarrestar los efectos que podrían beneficiar no solo a los astronautas, sino a todos aquellos con patologías que causan agrandamiento de los ventrículos del cerebro u otras dolencias relacionadas.

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Rubén Vásquez

Con información de agencias y otros medios